Alguna vez hay que empezar las críticas por el final, y esta es la ocasión, porque hay que contar cómo al terminar la función el público del teatro de la Maestranza aplaudía con vigor a los jóvenes y magníficos bailarines, pero fue la salida a escena de Nacho Duato , el director del elenco, cuando el teatro se puso en pie a dar vítores al coeógrafo que saludó varias veces con una amplia sonrisa. Duato, cuyas obras podríamos incorporarlas sin rubor a ese espacio llamado 'Marca España', v olvía al teatro de Paseo de Colón tras quince años de ausencia de nuestra ciudad, esta vez con su propia compañía y el público nunca le ha olvidado. Estuvo veinte años al frente de la Compañía Nacional de Danza, que visitó en numerosas ocasiones los teatros de Sevilla y el Festival de Danza de Itálica, y siempre consiguió llenar los aforos. Por fin ha regresado al frente de su compañía acompañado por su equipo, formado por Emilia Jovanovich y Luis Martín Oya, quienes están también al frente de la Academia donde se gesta la compañía y realizan sus ensayos. 'Duende' la primera pieza del programa del Maestranza, fue estrenada en España en diciembre de 1992 y un año antes por el Nederlands Dans Theater en La Haya. Duato es un coreógrafo apasionado de la música y en este caso con las obras de Debussy ha creado un universo compuesto de haikus dancísticos en forma de pasos a dos, a tres y solos, que son una delicia de movimientos y sobre todo, de elegancia. La dificultad y profusión de gestos, portés, pasos y giros, nos muestran a una compañía que sabe desarrollar la estética Duato, firmemente instalada en la danza por encima de todo, huyendo de lo fácil y también de lo ordinario. Todo en 'Duende' es poesía. 'Na floresta' es una obra que vimos en Sevilla hace 20 años interpretada por la Compañía Nacional de Danza. En este caso Duato ha elegido la música de Heitor Villa-Lobos y Wagner Tisso . La pieza fue estrenada por la Compañía Nacional de Danza en los Jardines del Generalife de la Alhambra en junio de 1993. En el telón de fondo se insinúa el paisaje en un tríptico musical que recrea la belleza de la selva amazónica, recogiendo directamente del folklore la esencia misma de su esplendor, y por eso Duato crea movimientos más primarios, no exentos de dificultad, pero con mayor lírica. Nuevamente es poesía la coreografía de Duato. No quiere ni pretende ningún mensaje específico, sino que se deja llevar por la maravillosa partitura musical para componer una sinfonía coreológica de gran factura. Es una coreografía más grupal, y es ahí donde vemos al Duato que sabe mover a en este caso doce bailarines sobre el escenario, dándole a cada uno su personalidad y destacando esa comunión con la Naturaleza que quiere conseguir el coreógrafo, y lo hace a través de un elenco joven y entusiasta, que suple la falta de escenario con una energía intensa y un genio juvenil que llama la atención. Detrás de este elenco, y conociendo al coreógrafo y maestro, debe haber muchas horas de ensayo y clases, sabido es que Duato es muy exigente a la hora de poner en escena sus obras, y con su compañía no iba a ser menos. Y finalmente, 'Cantus' , su obra más reciente, de 2024 creada específicamente para su joven compañía y que cambia el registro. De la poesía y lo lírico, Duato nos lleva a la epopeya actual para hablar de los horrores de un conflicto bélico a través de los ojos de jóvenes atrapados en medio de la guerra y cómo la violencia y destrucción afecta sus vidas. Con la emocionante música de Karl Jenkins , 'Cantus' es pura emoción, es una obra mucho más dura, más enérgica y en el que los bailarines. vestidos de negro, hacen una danza más tierra y menos aire, una danza casi reivindicativa que intenta al final dar un halo de esperanza. Mención especial de todas las piezas las impecables luces diseñadas por Nicolás Fischtel, de una belleza espectacular. Nacho Duato ha vuelto a Sevilla y la ciudad le reconoce como ese coreógrafo que un día revolucionó la danza en España, y que aún sigue en ello.