Los focos de Cannes se apagan en la Cañada Real: «¿A quién le interesamos nosotros?»

Desde el campo que rodea la Cañada Real Galiana se puede ver la urbe de un Madrid edificado, imponente y que aparenta ser refugio de oportunidades infinitas. Si uno baja la mirada, se vislumbra uno de los poblados chabolistas más grandes de la capital, con casas construidas a base de cemento y chatarra, tejados que no soportan días de lluvia y calles llenas de escombros fruto de las continuas demoliciones que allí se llevan a cabo. Dos de los habitantes del sector 6, Chule y Toni, de etnia gitana, recorren estos caminos esquivando los charcos que la lluvia ha dejado sobre los surcos del camino. «Yo conozco la Cañada entera como la palma de la mano», asevera el segundo. Sus... Ver Más