Las nuevas generaciones de profesionales sanitarios necesitan formarse en entornos que se asemejen a la práctica clínica real. Contar con instalaciones modernas, tecnológicamente avanzadas y diseñadas específicamente para el aprendizaje práctico es clave para que los estudiantes desarrollen las competencias que demanda el sector de la salud. Espacios como laboratorios especializados, áreas de simulación y salas de hospitalización permiten a los alumnos familiarizarse con sus entornos de trabajo y prepararse para la práctica profesional.