Comprometidos y comprometidas con el feminismo

Nací en el PSOE. Aprendí a andar en mi agrupación, en la Casa del Pueblo. Mis primeros recuerdos son junto a mi padre atendiendo a quien lo necesitaba, sin horario, sin festivos y sin vida. Maduré junto a mi madre de la que aprendí el valor de la lucha diaria: la vi defender a su familia y su trabajo, colaborando con un grupo de mujeres valientes que apostaron por el cooperativismo y por la fuerza transformadora de sus ideas. Cumplí la mayoría de edad de la misma manera, defendiendo aquello en lo que creo contra viento y marea. He renunciado a muchas cosas importantes para mejorar la vida de los demás, pero siempre con la certeza de permanecer en el lado correcto de la historia, al lado de quienes más lo necesitan.