Desde 2021, las empresas con 50 trabajadores o más están obligadas a contar con un plan de igualdad, cuya duración es de cuatro años. El próximo 2026 está llamado a ser el de la gran renovación y algunas alertas han empezado a sonar cuando la Inspección de Trabajo ha tomado cartas en el asunto y poner las primeras sanciones a empresas que no han hecho los deberes de las evaluaciones intermedias y finales, que se debían hacer a los dos y cuatros años.