Los avances en los tratamientos contra la esclerosis múltiple han cambiado notablemente el panorama para estos pacientes pues se ha pasado de tener unas pocas opciones terapéuticas a disponer de terapias más personalizadas, como son los fármacos monoclonales, que permiten reducir con mucha más eficacia que antes los brotes de una enfermedad que afecta a más de 3.500 alicantinos.