El solomillo en salsa de champiñones es uno de esos platos que nunca fallan en las comidas especiales. Tiene presencia, resulta suave al paladar y combina a la perfección con guarniciones clásicas de Navidad, desde un buen puré suave de patata hasta unas verduras asadas . Además, su elaboración es mucho más sencilla de lo que aparenta. Esta receta es ideal si buscas un plato principal elegante para las fiestas sin complicarte en exceso. Se puede dejar preparado con antelación , gana sabor con el reposo y permite controlar fácilmente el punto de la carne, algo clave cuando se cocina para varios comensales. Limpia el solomillo de restos de grasa y córtalo en medallones gruesos. Salpimenta al gusto. Calienta una sartén amplia con aceite de oliva y dora los medallones a fuego fuerte por ambos lados durante 1–2 minutos. Retira y reserva. En la misma sartén, baja el fuego y sofríe la cebolla muy picada con una pizca de sal hasta que esté transparente . Añade los ajos picados y cocina unos segundos. Incorpora los champiñones laminados y saltea a fuego medio-alto hasta que pierdan el agua y se doren ligeramente. Añade el vino blanco y deja reducir un par de minutos. Vierte el caldo y, cuando hierva suavemente, incorpora la nata. Cocina 5 minutos a fuego medio-bajo. Devuelve el solomillo a la sartén y cocina todo junto entre 5 y 7 minutos, según el punto deseado de la carne . Rectifica de sal y pimienta y espolvorea hierbas frescas antes de servir. No sobrecocines el solomillo : es una carne magra que pierde jugosidad con facilidad. Mejor quedarse corto y terminar de hacerlo en la salsa. En GURMÉ te ofrecemos algunas claves para hacer que las carnes sean más tiernas . Más sabor en la salsa: dora bien los champiñones antes de añadir los líquidos ; ese punto caramelizado marca la diferencia. Textura a tu gusto : si prefieres una salsa más fina, puedes triturarla ligeramente antes de volver a añadir la carne. Preparación anticipada: el plato se puede hacer con unas horas de antelación ; reposado gana intensidad y resulta aún más sabroso. El solomillo en salsa de champiñones aporta una buena cantidad de proteínas de alto valor biológico , fundamentales para el mantenimiento de la masa muscular. La carne de cerdo magra es relativamente baja en grasa, mientras que los champiñones suman minerales como el potasio y pequeñas cantidades de fibra. La presencia de nata incrementa el contenido graso del plato, por lo que se trata de una receta pensada para ocasiones especiales , ideal dentro de una alimentación equilibrada cuando se consume de forma puntual.