Ussía, la elegancia de incomodar

La muerte de Alfonso Ussía confirma que aún existen columnistas capaces de incomodar desde la elegancia. Fue de los que no confundían la sátira con el grito ni la incorrección con el insulto. Prefería la ironía sutil, esa que impacta sin ruido y deja el mensaje flotando. No alardeaba del ingenio porque entendía que el talento no necesita recordatorios. En eso fue un clásico.