#CalorSeguro es el nombre de la campaña que un año más pone en marcha la Comunidad de Madrid para alertar sobre los peligros del uso incorrecto de los aparatos productores de calor como radiadores, chimeneas, calentadores o estufas. Hasta que termine el invierno -que aún no ha comenzado oficialmente- la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 difunde esta iniciativa en redes sociales, con recomendaciones del Cuerpo de Bomberos, que recuerda la importancia de colocar detectores de humo en las viviendas por su utilidad, bajo coste y fácil instalación. Los lugares más indicados para ubicarlos son el salón y cerca de los dormitorios y, en las casas con más de una planta debe haber, al menos, uno en cada una de ellas. Para prevenir incendios por sobrecarga eléctrica, los calefactores se han de conectar directamente a la toma de electricidad de la pared, por lo que el uso de regletas está desaconsejado, ya que consumen mucha potencia. En cualquier caso, si se utilizan, tienen estar homologadas y se debe restringir el número de aparatos enchufados. Las calderas o calentadores se deben vigilar periódicamente para comprobar que la llama es estable, azulada y silenciosa. Si es amarilla o naranja puede generar monóxido de carbono y hay que avisar rápidamente a un técnico. También conviene no utilizar otras fuentes para calentarnos o cocinar, especialmente si son de exterior, como hornillos o barbacoas. El Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid aconseja prestar especial atención a las chimeneas, las estufas y los braseros, para evitar incendios o difusión de monóxido de carbono. Cuando se utilicen, las estancias tienen estar ventiladas y nunca se han de colocar en el dormitorio. Además, es importante no poner ropa húmeda sobre estas fuentes de calor y mantener alejado, como mínimo, a un metro de distancia cualquier elemento que pueda arder fácilmente. En cuanto a las chimeneas, es necesario realizar una limpieza del conducto una vez al año y no utilizar acelerantes para su puesta en marcha. Además, el Cuerpo de Agentes Forestales recomienda usar leña seca procedente de encinas, robles o fresnos y evitar la de coníferas, como pinos o enebros, que producen más hollín. ¿Y qué hacer con las cenizas que se generan en chimeneas, estufas o braseros? No son pocos los incendios de contenedores que los Bomberos de la Comunidad de Madrid sofocan a lo largo del año, la mayoría por actos de vandalismo, pero en invierno el fuego puede tener su origen en un gesto que, sin mala intención, no deja de ser una práctica muy peligrosa: la de depositar inadecuadamente esas brasas. Pueden estar aún incandescentes, así que hay que cerciorarse de que estén completamente apagadas antes de arrojarlas al contenedor, que al ser de plástico arde con mucha facilidad. "Antes de echarlas al contenedor, debemos vaciarlas en un cubo metálico y sacarlo al exterior de la vivienda. Pasadas 10 ó 12 horas, estarán frías y no van a producir un incendio. En caso contrario, provocaríamos un incendio que puede ser muy grave si cerca del contenedor donde las depositamos hay un vehículo o más contenedores", apunta Javier García, instructor de prevención del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Lo ideal, incluso, es dejar pasar 24 horas antes de deshacernos de las cenizas. Para facilitar las cosas a los vecinos, no es raro ver ya en las calles de muchos municipios cubos grandes metálicos galvanizados con la palabra “Cenizas”, habilitados por los ayuntamientos para evitar incendios en los contenedores habituales. Esta medida la han puesto en marcha localidades como Hoyo de Manzanares, que la estrenó el invierno pasado. En su página web y redes sociales, puedes consultar un Bando Municipal en el que explica las pautas de seguridad para garantizar que las ascuas no provoquen este tipo de incidencias. "Se deben depositar las cenizas y brasas recientes de la chimenea, estufa o braseros en un cubo de metal, nunca de papel, cartón o plástico y, por supuesto, nunca en un contenedor de residuos. El cubo metálico debe dejarse en un lugar seguro y preferiblemente tapado, con el fin de aislarlo del entorno y que la falta de oxígeno consiga evitar la combustión. El jardín o terraza es un buen sitio para tener el recipiente metálico con las cenizas hasta su apagado definitivo. Ante cualquier duda, es mejor echar agua en su interior", aconseja. "Recuerde que el incendio de un contenedor de basura puede provocar que las llamas se propaguen a vehículos, edificios o incluso a zonas forestales. Con determinadas condiciones meteorológicas, como un viento intenso, se eleva considerablemente el riesgo, un riesgo que entre todos y, en beneficio de todos, podremos evitar si hacemos caso a estas sencillas recomendaciones", añade. Y concluye animando a ponerse en contacto con el 112 o colaborar con el Ayuntamiento comunicando esta información a cualquier vecino que realice la recogida de cenizas de su chimenea, estufa o brasero. Además, ha distribuido cubos metálicos por varias localizaciones, preferentemente en el núcleo urbano, para depositar estas cenizas: 1. Avenida de Madrid, 14 (en la zona donde están los contenedores) 2. Calle Frontera (ídem) 3. Frente al taller de Jesús García. 4. Camino de Manzanares. 5. Calle Sobrante. 6. Camino de Villalba (contenedores junto al restaurante Los Picazos) 7. Rotonda Ruiz Jiménez (Urbanización Orotava). 8. Calle Jara (al principio y en el centro de la urbanización Picazo y Roquedal). 9. Avenida de la Paloma (frente al skatepark de la urbanización Orotava). 10. Calle de la Tejera (Urbanización Serranía). 11. Calle Manantiales, junto a los contenedores.