Esta frase tan popular en España proviene de la obra «El burlador de Sevilla», de Tirso de Molina (1571-1648). Se utiliza para expresar desconfianza en un plazo demasiado largo, para cumplir una promesa u obligación. También aparece en el Tenorio, de José Zorrilla (1817-1893). Y es que la frase viene a cuento porque, como todos […]