Hollywood se estremece tras la violenta muerte de Rob Reiner y su esposa. Más allá de su asesinato, que tiene a su hijo como sospechoso, su obra perdura: fue el maestro que dotó de capas adultas a la comedia romántica ("Cuando Harry conoció a Sally.") y un narrador capaz de transitar desde el candor de la amistad ("Cuenta conmigo") hasta el terror psicológico ("Misery"). La crítica revive el inmenso legado de un cineasta que logró ser irreverente, nostálgico y brillante a la vez.