Punto y final a un largo recorrido para la automoción europea. Si nada se tuerce y no hay más retrasos, la industria encara la última curva que marcará su futuro para los próximos años. La Comisión Europea dará a conocer mañana sus medidas de acompañamiento y flexibilidades en su hoja de ruta para el coche eléctrico tras meses de reuniones y presiones. El paquete de acciones, desgranado a cuentagotas en las últimas semanas, tiene en el punto de mira la suavización del veto previsto para los motores de combustión en 2035 y desde el sector, representado por las patronales de fabricantes (ACEA) y de proveedores (Clepa), contienen la respiración ante la posible extensión de esta prohibición total en 2040, abriendo así la puerta a otras tecnologías como los híbridos enchufables o vehículos de rango extendido.