Pumi completa su Maratón de Cross Training Solidario con más regalos que nunca para Cáritas de Santiago: "La resaca es más emocional que física"

Un año más, el deportista y preparador físico compostelano Amador Pumariño Pérez, conocido como Pumi, ha vuelto a completar con éxito el Maratón Solidario de diez horas de crosstraining ininterrumpidas con el que cada año afronta el reto de que cada asistente aporte un juguete nuevo para que ningún niño se quede sin su regalo navideño. Y un año más, el objetivo ha sido más que superado, logrando recoger una gran cantidad de regalos que serán destinados a la sección infantil de Cáritas de Santiago para ayudar a las familias con menos recursos en estas fechas. Dándose la feliz circunstancia de que en esta edición del Maratón Solidario de Crosstraining, se han logrado reunir más juguetes que nunca en las instalaciones deportivas del Multiusos Fontes do Sar. 48 horas después de superar el reto físico que suponen las 10 horas seguidas de entrenamiento, Pumi asegura sentirse "más que satisfecho" y "muy contento", aunque el impacto va más allá del agotamiento físico. "La resaca es más emocional que física, créeme", ha confesado el deportista en el Mediodía de COPE. Porque, aunque está acostumbrado a pruebas de larga duración y de gran exigencia física, la satisfacción por el éxito de la iniciativa solidaria es lo que más perdura, según reconoce satisfecho. Este año se ha batido el récord de participación y de regalos conseguidos, un hecho que confirma que "todo el tiempo invertido está más que pagado". El fin del evento es intentar que "la felicidad de los niños en estas edades sea igual para todos", una motivación que ha impulsado a Pumi a llevar a cabo esta maratón solidaria. El evento contó con la participación de unas 170 personas, incluyendo padres y madres que acudieron con sus hijos, y muchos otros que pasaron por las instalaciones para dejar su donativo. El ambiente fue festivo, con "galletas, bizcochos y tiempo para brindar con champán", convirtiendo la jornada en "muy, muy bonita" según ha descrito el propio Pumariño. La iniciativa se está consolidando como una pequeña tradición en las fechas prenavideñas de Santiago, algo que reconoce con el propio organizador. Y es que, para Pumi, la "mayor alegría" es ver cómo "cada vez la gente se implica más con la finalidad del evento", lo que demuestra el creciente espíritu solidario de los participantes. Aunque el agotamiento le hace dudar cada año sobre si será la última edición, la respuesta de los más pequeños parece disipar cualquier incertidumbre. Los niños, encantados con la sesión especial, ya le preguntan curiosos: "¿cuándo repetimos?". Esta reacción es el mayor impulso para el deportista, que ya deja entrever que el evento se repetirá el próximo año, posiblemente con más de una sesión dedicada a los niños. Finalmente, Pumi ha querido agradecer la colaboración a "todas las personas que se acercaron" y al centro multiusos Fontes do Sar por ceder sus instalaciones para llevar adelante la iniciativa.