El Seminario 'Orígenes de Europa', organizado por la Asociación URBS REGIA se ha celebrado los días 11 y 12 de diciembre en Toledo. Ha contado con el patrocinio de la Comisión Nacional Española de Cooperación con la UNESCO y la colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Ministerio de Cultura, la Diputación Provincial de Toledo y la Federación Española de Asociaciones y Clubes para la UNESCO (FECU). Tras las palabras inaugurales del alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, quien ponderó la idoneidad de este Seminario en ese enclave europeísta que Toledo siempre ha sido, Pilar Tormo , directora del encuentro , destacó su alto nivel científico y la importancia de iluminar un periodo mal llamado oscuro, en el que se pusieron los cimientos culturales, espirituales y políticos de España y de Europa, entre la caída del Imperio Romano y la Alta Edad Media, aproximadamente el siglo X. La Presidenta de URBS REGIA se centró en valores como diálogo, tolerancia e intercambio, esenciales en la conformación de Europa, y en el trabajo de la Asociación que preside, que comparte y desarrolla la cultura de Paz desde los valores propuestos por UNESCO, a través de un proyecto hace unos meses presentado al Ayuntamiento y al Arzobispado, de cara a impulsar a Toledo como capital internacional del diálogo, intercambio de ideas y exploración de posibles acuerdos entre diferentes culturas. Con cerca de un centenar de inscripciones y el salón abarrotado, dio comienzo la primera jornada, dedicada a Itinerarios culturales europeos y el papel del Monacato en la conformación de una realidad europea. Eladio Fernández Galiano , asesor del Consejo de Europa, destacó la cultura y la inventiva como rasgos más destacados de Europa y describió los 49 Itinerarios culturales reconocidos por el Consejo de Europa, de los cuales 29 en España, destacando su papel como viajes en el tiempo y el espacio y ejes de intercambio entre lenguas y culturas, además de ser un recurso económico de primer orden. Pilar Tormo resumió la incesante labor desplegada por la Asociación que preside, URBS REGIA , fundada en 2002, cuyo objetivo es poner en valor el origen común de los países de Europa y zonas adyacentes del Mediterráneo, «valorando también la diversidad». Pilar Tormo hizo foco en la explicación del Itinerario Cultural Orígenes de Europa, uno de los programas estrella de su colectivo, que se plasma en reuniones científicas, como la presente, visitas guiadas y una revista especializada. Ponderó, finalmente, la necesidad de poner en valor los orígenes de Europa y nuestra civilización «en un momento de crisis de identidad y de conflictos internacionales». Diego Piay Augusto, profesor de la Universidad de Oviedo, disertó sobre cómo construir la historia del origen de Europa, tema complejo y poliédrico, que hunde sus raíces en la mitología hasta conformarse en una realidad geohistórica y cultural del máximo nivel e influencia. Planteó que no es tarea sencilla, por la variedad de elementos y temáticas que debe abordar, y propuso como alternativa más viable el desarrollo de estudios multidisciplinares y transhistóricos. El doctor André Carneiro, de la Universidad portuguesa de Évora, dedicó su alocución a las vías romanas como elemento de unión entre Portugal y España. Pendientes de un mayor estudio cartográfico e histórico, las vías romanas fueron el gran canal de desarrollo social, cultural y económico del Imperio Romano. La gran ruta que desde Barcino (Barcelona) hasta Lisipo (Lisboa) atravesaba de Este a Oeste la Península, pasando por Toledo y Mérida, tenía numerosos ramales pendientes todavía de una mayor exploración. Hoy como ayer, pueden «fortalecer la cohesión e impulsar la vitalidad socioeconómica», dando «nueva vida a territorios que un día fueron de gran importancia y hoy están olvidados». Antonio Zárate Martín, de la UNED y la Real Sociedad Geográfica, destacó la necesidad de atender el papel del paisaje histórico como soporte de la construcción europea, destacando el papel de Toledo, su capitalidad visigótica y el hecho de poseer el yacimiento más importante de ese periodo, situado en una vega cuya variedad paisajística es fundamental conservar así como la vista imperecedera de la Urbs Regia que permite. Destacó la importancia de poner en valor «los restos arqueológicos de la Vega Baja toledana, tarea aún insuficiente y necesitada de gestión integral». En la sesión de tarde, Artemio Martínez Ferreira, del Ayuntamiento de Ponferrada, trazó un panorama del movimiento monástico, que se inició en Bulgaria en el siglo IV y concluyó en Francia en el siglo X, con la fundación del poderoso monasterio benedictino de Cluny. Estos monasterios marcaron rutas de peregrinación que fueron trazando un mapa espiritual, cultural y económico de Europa, por lo que su estudio, visita guiada y puesta en valor es objetivo importante de Urbs Regia, asociación a la que pertenece el ponente. La sesión vespertina del Seminario tuvo gran protagonismo italiano. Tres profesores de esa nacionalidad, Gabriele Archetti (Universitá Sacro Cuore de Milán), Simona Gavinelli y Francesca Stroppa (ambas, investigadoras de la misma Universidad) desarrollaron el importante papel fomentado en el ámbito de la transmisión espiritual y cultural monástica por los reyes longobardos en el Norte de Europa, destacando el influyente monasterio femenino de San Salvatore-Santa Giulia de Brescia, desde una triple perspectiva: su elevado papel político e institucional a lo largo de toda la Edad Media, su rica tradición libraría y documental y su riqueza en cuanto a reliquias (la posesión abacial de la Vera Cruz). El estudio de este emblemático monasterio permite arrojar luz sobre aspectos fundamentales de la formación de la Europa medieval y de su legado cultural. Antonio Poveda, del Museo Arqueológico de Elda, ha disertado sobre el centro monástico de El Monastil, en Elum, Elda), un enclave espiritual para bizantinos, godos y musulmanes, ente los siglos VI y XII, un buen ejemplo de la evolución cultural, religiosa y arquitectónica de un espacio de culto desde la fase tardoantigua hasta la alta edad media. Un atractivo evento cultural cerró la primera jornada de Orígenes de Europa, la grabación en directo del popular podcast «La escóbula de la brújula». Referente de una aproximación distinta a los recovecos de la Historia, el equipo de La escóbula, con Jesús Callejo, Carlos Canales, Juan Ignacio «Maese» Cuesta, David Santinella, Marcos Carrasco y la conducción de Francisco Izuzquiza, exploraron la idea de Europa como algo generado en la mitología griega que ancló en un extremo occidental del continente euroasíatico, destacando la importancia de preservar y mejorar la Europa que tenemos, que surge justamente de la necesidad de superar la guerra y ahora ve cómo esa deplorable amenaza se cierne en sus fronteras y asola el mundo. Desde el análisis iconográfico y pictórico de la recreación de Europa a sus diferentes formulaciones en la literatura grecolatina a nuestros días el equipo de La escóbula trazó un completo y ameno panorama del tema del Seminario. Hay que destacar el gran seguimiento transgeneracional del programa, que atrajo a Toledo para asistir presencialmente a seguidores, «escuchantes», de lugares tan dispares como Cantabria o Granada. Como destacó el profesor Diego Piay, entrevistado como personaje invitado, sería bueno para comunicar mejor con la sociedad que los eventos académicos tuvieran presencia en programas como este para actuar de amplificadores y ampliar su impacto. Con la sesión matinal dedicada a otras líneas de investigación sobre los Orígenes de Europa y la vespertina a la relevancia de Toledo en ese periodo y en ese proceso, se ha cerrado el jueves 11 de diciembre brillantemente este Seminario, que ha venido ser como un bosquejo o ensayo de la capitalidad cultural europea en 2031, por la que puja nuestra ciudad, y una firme propuesta de la ciudad como espacio para el diálogo en un momento de confrontación e incertidumbre. Lo que ha quedado claro es la complejidad conceptual, geográfica, histórica y cultural de Europa, a manera de puzzle que hay que recomponer cada cierto tiempo. De algún modo, es realidad cambiante pero a la vez concepto estable, permanente proyecto, ideal de concordia y convivencia que se ha materializado en nuestras instituciones y no debe retroceder. Una apretada sesión de debate y conclusiones resumió las plurales y muy interesantes ponencias y aportaciones del presente Seminario. Ivan Bodrozic, de la Universidad de Split, expuso el complicado periodo de asentamiento del pueblo croata al radicarse en el siglo VII en territorio del Imperio. Un triple problema: linguüístico (su lengua eslava, el ilirio, que derivó en el croata), cultural (bastante ajenos a la base grecolatina) y religioso (su paganismo). El trabajo de este investigador explora el papel de la figura de San Jerónimo para integrar a ese pueblo en un nuevo marco cultural, en sintonía con el resto de la naciente Europa. Y añade el factor eslavo, muy relevante, junto al germánico, en la construcción europea. Jordina Sales, de la Universidad de Barcelona, estudia a partir de fuentes escritas y datos arqueológicos el interesante proceso de implantación del cristianismo en Barcino, un núcleo urbano que creció con la debacle imperial, convirtiéndose en episcopado en el siglo IV. La era visigoda fue de prosperidad, celebrándose concilios tanto en la fase de arrianismo como en la católica. El cristianismo, a través de una influyente minoría mozárabe, sobrevivió al dominio musulmán en Madinat Barshiluna, y abocó a un estatus de capitalidad cristiana en la marca meridional en época carolingia. Virgilio Martínez Enamorado , de la Universidad de Málaga, compila las aportaciones de autores árabes medievales, que se ocuparon, desde la historia y la geografía, de Europa. Su exposición abarca un amplio periodo (del siglo IX al XV, incluyendo autores andalusíes, magrebíes y oriental (árabe, persa o turco), tocando desde el costumbrismo a la cartografía. Para Elena Caliri (Universitá de Messina, Sicilia) hay algunos tópicos y mitos en torno a la caída del Imperio romano de Occidente, la disolución de sus instituciones y el advenimiento de los reinos romano-bárbaros. Más que el fin de la civilización romana, lo que se produce es la transformación de una estructura supranacional en una fragmentación de reinos. Europa vendría a ser una unidad histórica hecha de diversidad: una entidad cultural compleja y variada. Oretum, interesantísimo enclave arqueológico castellano-manchego (situado en Granátula de Calatrava), en el corredor del río Jabalón, fue nudo importante en la comunicación entra la meseta y el Sur peninsular. Su ocupación abarca fases ibéricas, romanas, tardorromanas, visigodas, andalusíes y cristianas. De oppidum fortificado pasó a municipium y sede episcopal en la etapa visigoda. Los arqueólogos Antonio Poveda y José Luis Fuentes, responsables del proyecto Oretum, destacaron los grandes avances de las excavaciones (baptisterio de inmersión, necróplis con 400 tumbas, complejo cultual con basílica e iglesia), constatando una red cristiana en torno a Oretum. Describen a Oretum «como un laboratorio arqueológico privilegiado para el estudio del tránsito entre Antigüedad y Edad Media». Juan Manuel Rojas, director del yacimiento de Guarrazar , en Toledo, destaca la presencia de la Iglesia y su protagonismo desde la conversión de Constantino. Los restos que se siguen descubriendo en Guarrazar forman parte de un santuario visigodo y traslucen, en su rica simbología, un potente vínculo de este espacio con la monarquía visigótica. Según Vasilis Tsiolis, de la Facultad de Humanidades de Toledo, UCLM, Toledo experimenta una evolución desde el municipium altoimperial a la sedes regia visigoda, que adquiere en el siglo VI, convirtiéndose en centro de emisión legislativa, innovación religiosa y punto de referencia diplomática en la escena internacional. El reino visigodo proyectó a Toledo como un importante polo generador de cohesión cultural, anticipando elementos definitorios de la posterior idea de Europa. Durante todo el Seminario, estuvo expuesto el cuadro «Orígenes de Europa», una original propuesta de obra compartida realizada por el colectivo Nukleo 5. Cargado de riqueza simbólica (cartografía antigua, una escala, útiles escolares, juegos, los inefables diminutos de Alcolea, etc.), propone proyectar hacia el futuro, mejorándolo, el marco de paz, convivencia y acogida que hemos conseguido construir en Europa. Si el primer día de Seminario, el cierre fue una grabación en directo de un popular podcast, «La escóbula de la brújula», en esta segunda hubo un interesante complemento cultural: la visita guiada al casco histórico a través del juego de la Oca, una propuesta creada por el investigador y editor Luis Dévora en su libro «La Oca de Toledo, un viaje iniciático por la Ciudad Mágica» (Universo Oculto, 2022), que identifica las casillas de la Oca con enclaves históricos, simbólicos y patrimoniales de la ciudad, y aporta además una apasionante experiencia, no solo lúdica sino de crecimiento personal.