Gael García Bernal y Diego Luna, una amistad que no para de dar frutos: «Juntos nos sentimos muy fuertes»

Gael García Bernal (47 años) es una estrella en Hollywood y en todo el mundo. Sin embargo, ha conseguido mantener un cierto halo de naturalidad y humildad que, para los ídolos de la pequeña y gran pantalla, es más fácil perder. Y en parte es porque lleva a cabo su trabajo con tal mimo que no se ve a sí mismo como un famoso , sino que aún es un artista que lucha por su visión creativa. Y eso es precisamente lo que ha hecho con 'La metamorfosis' de Kafka para Audible. Una narración en donde Gael García Bernal interpreta al narrador y al protagonista Gregor Samsa, acompañado por las destacadas actuaciones de Mauricio Isaac y Cassandra Ciangherotti , y que se puede escuchar en ATMOS para una experiencia completa. Es la clase de mimo que el actor y productor le pone a todos sus proyectos, puesto que este audiolibro se ha desarrollado con La Corriente del Golfo , productora fundada por el intérprete y su gran amigo y compañero Diego Luna. La suya es una amistad que sobrepasa el tiempo y que supera todos los retos, incluido el de trabajar juntos, que tantas otras veces acaba con relaciones más que afianzadas. En una conversación con ABC, Gael García Bernal habla de cómo ha sido participar en este proyecto y de su amistad con Diego Luna, entre otras cosas. ¿Cómo ha sido para usted la metamorfosis, desde que leyó el libro por primera vez hasta ahora? Son esas cosas que uno recuerda con mucho cariño y quizás algo de nostalgia también, ¿no? La inocencia de haberlo leído por obligaciones escolares en la secundaria, yo creo. O sea, teniendo 14 años más o menos. En mi caso, quizás a algunas personas también les pasó, como había que hacer un ensayo, un ejercicio crítico, no lo disfruté como la disfruté ahora, no lo había vuelto a leer pero me acordaba muy bien de qué iba, porque además es una novela muy cortita. También la había visto alguna vez puesta en escena, en una obra de teatro en Inglaterra. ¿Era usted buen estudiante? Sí, creo que sí, me cuestionaba mucho las cosas. Había algo medio contestario en mí, quería ser también una persona que destacaba, alguien ilustrado. Pero me sentía bastante en desventaja a veces porque leer, por ejemplo, 'El Quijote' con esa edad era increíblemente difícil, no logras entenderlo, hay conceptos y humor que se te escapa completamente. ¿Y cuál ha sido su metamorfosis personal desde que lo leyera hasta ahora? ¿En qué se ha convertido? No sé, pasaron tantas cosas... El ejercicio de la actuación y encontrar una vocación en el cine me ha dado la oportunidad de explorar muchísimos mundos y vivir muchas vidas en una sola. Te diría que, a diferencia de cuando era este joven lleno de inquietudes, ahora me inquieta la pérdida de ciertas libertades que antes sentía que ya teníamos. Empieza a haber algunos pensamientos un poco regresivos entorno a ciertas cosas, me planteo a veces si ciertas películas podrían hacerse hoy en día. Por ejemplo, en la historia de Kafka, la cosa del otro, del extranjero, esa persona que era visto como un bicho raro, con asco y con repulsión, y una familia que se avergonzaba de él... estaba desvelando de alguna manera lo que iba a suceder después en muchas partes del mundo. Siento que hoy en día estamos en un momento tan similar, de algo terrible, que estamos reconociendo bastante el olor y hay que contrarrestarlo. Entiendo que se refiere a algo más amplio que a la política de un país concreto, porque usted trabaja internacionalmente. Sí, sí, sí. Hoy en día ya hablamos desde esa categorización, hablamos del mundo. Culturalmente nos movemos en todas las aguas, desde sitios distintos. ¿Qué balance hace de su año? Ando muy contento porque este año logré hacer un proyecto que lleva mucho tiempo y que, todavía no puedo decir mucho, pero puedo decir que se logró. Lo hicimos, nos aventuramos. Y me siento muy contento, aliviado e ilusionado. Y en los personal ha sido un año que siento que se han calmado mucho distintas aguas, estoy cargadito de energía para entrarle a las cosas y a lo que está sucediendo en el mundo. Es un año con revuelo, supongo que a muchos les habrá pasado lo mismo, agarramos un poquito de espacio para después lanzarnos así de frente. Estamos viviendo momentos momentos raros hoy en día y por eso a lo mejor nos da la sensación de que hay que celebrar un poquito el día a día. ¿Hay alguna tradición que haga todos los años, algún deseo que plasme de alguna manera? Por lo general aquí en México vamos a la playa siempre en Navidad. Entonces eso haré. Es parte del ritual, es de estas cosas locas que hasta que no empiezas a viajar a otras partes del mundo no te das cuenta de que para ti era normal pero para muchos países es algo completamente exótico y distinto, que no se asocia a la Navidad. ¿Como productor, merece la pena los dolores de cabeza para sacar adelante los proyectos? Literalmente, además, pero sí vale la pena. Tiene su parte ingrata, pero es una fortuna poder hacer esto. Lo difícil de la producción hoy en día es mantener el pulso de querer invitar a las personas o embaucarlos en los proyectos en los que no existe nada que demuestre que va a quedar bien. Cuando la película sale y se logró esa alquimia, de ese ritual nació una vida entera que te sobrepasa y sobrevive. La relación que le une con Diego Luna les ha dado estos trabajos, pero ¿cómo es en lo personal? ¿Cenarán ahora, por ejemplo, en Navidad? Sí. Compartir este viaje de la vida con alguien que está haciendo algo similar a lo que yo hago y que entiende las cuestiones que de pronto se me han presentado es una fortuna. Yo pensé que era normal, esto, la verdad, pero es completamente atípico. Sobre todo mantener una amistad que además funcione muy bien en lo laboral también. Me di cuenta de que era raro hace poco. Mucha gente no tiene esto que nosotros el destino nos puso ahí enfrente y que lo hemos sabido aprovechar, lo hemos procurado y lo hemos cuidado. Ha sido fantástico, juntos nos sentimos muy fuertes.