La convocatoria anticipada de elecciones en Aragón consolida la apuesta autonómica del Partido Popular para ganar los pulsos a los que ha sido retado por el PSOE y por Vox . Los socialistas, con la ministra Pilar Alegría como candidata, hicieron al presidente Azcón una oferta inverosímil para negociar los presupuestos autonómicos, con la finalidad real de ganar tiempo para Sánchez y evitarle una cadena de reveses electorales, el primero en Extremadura y el siguiente, en Aragón. En el caso de Vox, su oposición al PP replica la misma estrategia que en otras regiones: obtener todas las ventajas de influir y ninguno de los inconvenientes de gobernar. Cuando los de Santiago Abascal decidieron romper sus pactos de gobierno autonómicos con la excusa de evitar la llegada de menores extranjeros, quedó al descubierto que a Vox le atrae principalmente el objetivo de convertirse en alternativa al PP como líder de la derecha española. Tras Extremadura, este domingo, Aragón dará el 8 de febrero otra oportunidad a los votantes para definir qué tipo de cambio espera .