Inmaculada tiene 36 años y tres niños menores y lleva meses subsistiendo en Córdoba sin la renta mínima que antes percibía y que le ha sido paralizada tras empadronar a su hijo de menor y no sabe cuándo se la volverán a asignar. La suya es una de las familias cordobesas potencialmente beneficiarias de las tarjetas monedero que aún no se están entregando. "La verdad es que sería de mucha ayuda porque todo está muy caro y alimentar a tres niños cuesta mucho". La desahuciaron en enero de su anterior vivienda y ahora está de alquiler en otro en el que también debe varios meses porque no tiene ningún ingreso.