Los flujos migratorios hacia las comarcas son comunes desde hace mucho tiempo, sobre todo de personas procedentes del extranjero, pero también cada año hay otros que abandonan Deza y Tabeirós-Montes para emprender una nueva vida fuera de España. Durante el pasado año recalaron en el área un total de 951 individuos llegados de fuera del país y otros 451 emigraron al extranjero, con lo que el saldo de estos movimientos residenciales fue positivo en medio millar de personas.