Debo explicar que, por mi parte, el informe del PRL nunca ha estado oculto en un cajón. Todo lo contrario. Exactamente tres días después de recibirlo redacté y envié al Departamento de Educación y a la Sección de PRL un escrito de alegaciones en el que solicitaba su anulación al considerar que presenta una serie de errores y defectos que lo hacen sesgado, parcial y tendencioso. Una vez que recibí la respuesta de la jefa de la Sección de PRL procedí al envío del informe a todo el personal del centro.