Tucker Genal , el tiktoker mundialmente conocido, ha muerto esta semana a los 31 años. Tal y como se ha podido saber, el influencer decidió terminar con su vida de manera voluntaria. Han sido sus hermanos, Carson y Connor , los que han confirmado la noticia este lunes con una publicación en su perfil de Instagram, diciendo: «Ni siquiera sé por dónde empezar, eras mi mejor amigo y un hermano mayor aún mejor, toda mi vida la he pasado admirándote y tratando de seguir tus pasos porque siempre fuiste mi héroe», han comenzado diciendo junto a un carrusel de imágenes juntos. «Sé que una cosa es segura y es que seguiré pasando el resto de mi vida admirándote hasta que nos volvamos a encontrar. Eras la persona más amable que he conocido y el mejor hermano que cualquiera podría haber pedido. Te amamos y te extrañaremos eternamente Tucker», han dicho justo antes de pedir respeto para superar el duelo: «Durante este momento increíblemente difícil, pedimos respetuosamente privacidad mientras lloramos y comenzamos a navegar la vida sin él. Estamos profundamente agradecidos por la amabilidad y la comprensión mostradas a nuestra familia», han sentenciado. Tras conocerse la noticia, las redes sociales han recibido una oleada de mensajes y vídeos de completamente destrozados y conmocionados por la noticia de la muerte de Tucker. El joven influencer era conocido por sus vídeos de humor y retos que hacía con su grupo de amigos y sus hermanos en TikTok. Según la página web del Médico Forense de Los Ángeles, Tucker había fallecido en su residencia el 11 de diciembre por suicidio a la edad de 31 años. Esta no es la primera vez que un influencer decide acabar con su vida, provocando una gran conmoción en redes sociales. El pasado mes de julio, Aldo Miranda (de 32 años), se despidió de su comunidad a través de en sus stories de Instagram, donde acumulaba más de 186.000 seguidores. «Gracias a todos por todo», escribió en mayúsculas. Esto fue lo último que publicaría antes de quitarse la vida. Tenía 10 millones de 'followers' en Tik Tok, donde era conocido por sus publicaciones de humor, y fue encontrado cerca de la ventana de su residencia en La Paz, en Baja California (México). Debido a la cantidad de personas que pueden alcanzar su pequeña audiencia internacional en las redes sociales, en los últimos tiempos parece que cada semana hay un fallecimiento de este tipo . Los 'influencers', como el resto de personas del mundo, también se enfrentan a sus propios demonios, tienen enfermedades y pueden sufrir contratiempos. Sin embargo, cada una de estas pérdidas duele, además de a su familia y amigos, a todas aquellas personas que seguían sus publicaciones.