Mujer de mediana edad, así es el perfil del voluntariado en España: "El que lo prueba, repite"

El voluntariado en nuestro país se consolida con cifras estables. Según el último informe del Observatorio del Voluntariado, casi cuatro millones y medio de personas dedican su tiempo a acciones solidarias, lo que representa un 10,5 % de la población. Los datos muestran que el perfil más frecuente es el de una mujer con empleo de entre 35 y 54 años, con ingresos altos y que reside en ciudades de más de 200.000 habitantes. El ámbito de actuación que despierta mayor interés es el voluntariado social, que acapara más del 56 % de las acciones, seguido del sociosanitario y el cultural. El informe también destaca que tras catástrofes naturales como la DANA, más del 35 % de las personas que ofrecieron su ayuda de forma puntual continúan colaborando con alguna entidad. Mar Amate, directora de la Plataforma del Voluntariado de España, confirma que el perfil predominante es el de una "mujer de mediana edad, a partir de 35 años, con un nivel socioeconómico medio-alto". Sin embargo, Amate subraya que existe una notable brecha de género en los distintos tipos de voluntariado. Según la directora, "la responsabilidad de los cuidados sigue recayendo también en las mujeres", que son mayoría en los ámbitos educativos y sociosanitarios. Por el contrario, "los hombres se inclinan mucho más al voluntariado deportivo o cultural", una realidad que, según Amate, hay que poner sobre la mesa para "contribuir a esa igualdad también en el voluntariado". La motivación inicial de muchas personas es "devolver a la sociedad" parte de lo que han recibido. Sin embargo, Amate explica que esta percepción evoluciona, ya que la persona voluntaria "también gana mucho de esa relación" y de lo que otros entornos le aportan a su propia "felicidad y bienestar". Para combatir la "tendencia muy individualista" de la sociedad actual, especialmente entre los más jóvenes, Amate defiende que la solidaridad es algo que se puede inculcar. "Igual que se aprenden matemáticas, se aprende la solidaridad", afirma, y la mejor forma de hacerlo es "implicándote y viéndolo". Por ello, anima a que las escuelas, los espacios de ocio y las familias incentiven a los jóvenes a entrar en contacto con la solidaridad, ya sea a través de causas medioambientales, como limpiar parques, o de actividades de acompañamiento a personas mayores en residencias. La Navidad y las vacaciones son, para Amate, "un buen momento para investigar" e incorporar el voluntariado a los propósitos de año nuevo. Desde la Plataforma del Voluntariado, que agrupa a asociaciones de todas las causas (exclusión, discapacidad, LGTBI, infancia), animan a los interesados a visitar su web para encontrar el programa que más les motive. El gran aumento de la solidaridad ciudadana durante catástrofes como la DANA de Valencia ha servido para que muchas personas se enganchen al voluntariado. Mar Amate lo tiene claro: "el que lo prueba, repite", y destaca que un porcentaje significativo de quienes ayudaron de forma espontánea han decidido continuar. No obstante, la directora hace un llamamiento importante de cara a futuras emergencias: es fundamental que la ayuda se canalice a través de las entidades especializadas. Acudir de forma individual "con toda nuestra buena voluntad" puede, en ocasiones, "entorpecer" las labores en lugar de ayudar, por lo que contactar con una organización garantiza una ayuda "organizada, efectiva y que pueda mejorar" la situación.