Las voces de cerca de cuatrocientos escolares han llenado de música el centro cultural de San Marcos con la celebración, un año más, del Encuentro de Villancicos de Toledo, una cita ya consolidada dentro del calendario educativo y navideño de la ciudad. Entre nervios, ilusión y muchas horas de ensayo, alumnos de quinto y sexto de Primaria se subieron al escenario para interpretar distintos villancicos, desde los más tradicionales hasta otros con ritmos más innovadores. El certamen fue inaugurado por el colegio Valparaíso. Los escolares, dirigidos por la maestra Lourdes y ataviados con ropa y accesorios navideños, interpretaron 'Ama, ama y ensancha el alma' , una canción del recientemente fallecido Robe Iniesta, cantante y fundador de Extremoduro. Una actuación cargada de emoción que fue seguida con atención por los familiares. El concejal de Educación, Daniel Morcillo, que ha actuado como maestro de ceremonias, ha señalado que este certamen es una de las actividades «más divertidas, lúdicas y alegres» que organiza la Concejalía de Educación, especialmente por celebrarse en Navidad, una época cargada de emoción para los más pequeños. «Los chicos vienen con mucha ilusión a cantar», ha señalado Morcillo, recordando que la escuela no es solo un espacio donde se enseñan contenidos, sino también donde se viven experiencias que dejan huella. Lejos de ser una competición, el certamen apuesta por la participación y el disfrute de los estudiantes. No hay premios ni clasificaciones, ni primeros ni segundos puestos. «No son coros profesionales ni colegios dedicados exclusivamente a cantar», ha explicado el concejal, sino centros educativos que, con esfuerzo y dedicación, preparan sus villancicos para compartirlos con otros compañeros de la ciudad. En esta edición han participado ocho colegios: Garcilaso de la Vega, El Nara, Valparaíso, Maristas, Tavera, Medalla Milagrosa, Divina Pastora y Carmelitas, después de que uno de los centros previstos no pudiera acudir por la lluvia. En total, alrededor de 400 alumnos pasaran por el escenario, organizados en dos turnos para facilitar el desarrollo de las actuaciones y evitar el cansancio y los nervios de una mañana tan intensa. Con el certamen de villancicos, Toledo despide el primer trimestre escolar envuelto en música y espíritu navideño. Una manera de celebrar la llegada de la Navidad, reforzar las tradiciones y recordar que la educación también se construye a través de momentos que se cantan, se comparten y se guardan en la memoria, como este certamen del que los chavales «se van a acordar toda la vida».