Comercio Córdoba y Cruz Roja, con el apoyo del ayuntamiento de Córdoba, han puesto en marcha una campaña para mitigar la soledad no deseada entre las personas mayores. La iniciativa busca aprovechar el vínculo de confianza del comercio de proximidad para detectar posibles casos de aislamiento y ofrecer ayuda profesional. El proyecto consiste en que las tiendas adheridas, identificadas con una pegatina, puedan ofrecer a los mayores que detecten en una situación vulnerable la posibilidad de contactar con Cruz Roja. Rafael Bados, de Comercio Córdoba, explica que es "un paso más allá" en la "labor silenciosa" que ya vienen realizando desde hace años. Bados subraya la importancia de esta colaboración para fortalecer el apoyo existente. "Creemos que podemos hacer la labor que llevamos haciendo tantos años, podemos dar un paso más allá y hacerla mucho más potente", ha señalado, destacando que el objetivo es mejorar el día a día de los mayores. "Una ciudad que ayuda a sus mayores, sin duda alguna, se hace mucho más grande", ha añadido. La necesidad de esta campaña se refleja en los datos. Según María Torralbo, responsable de mayores de Cruz Roja, en Córdoba hay 31.000 hogares unipersonales, y en muchos de ellos existe una situación de soledad no deseada. Torralvo ha alertado de que la soledad severa es preocupante y afecta especialmente a mujeres mayores. La soledad "es un sentimiento supersubjetivo", ha explicado Torralvo, quien considera que su abordaje debe ser una tarea de toda la comunidad. La responsable de Cruz Roja ha afirmado que hay "tanta soledad como persona", por lo que cada caso requiere un enfoque personalizado. Una vez que un comercio da el aviso, Cruz Roja activa su programa acerca de mí. Este consiste en trazar un itinerario personalizado con la persona, conociendo sus gustos, intereses y dificultades. El objetivo principal es que la persona cree nuevas redes de apoyo en su entorno, como en su vecindario, para que no necesite depender de la organización a largo plazo. El voluntariado de la organización puede acompañar a la persona durante los primeros días para facilitar su integración en actividades del barrio. Para quienes no pueden salir de casa por problemas de autonomía, el programa contempla otros recursos como el acompañamiento domiciliario. Rafael Bados confía en que la iniciativa tendrá una gran acogida y espera que "cientos de comercios" se adhieran. La campaña tiene un gran potencial, dado que, según han observado los propios impulsores, gran parte de la clientela de las tiendas de barrio son personas por encima de 65 años.