Borja acogerá un proyecto industrial clave para la automoción aragonesa. La sociedad Lieder Automotive, impulsada por el grupo chino Duoli Technology y Fagor, ha elegido la localidad zaragozana para fabricar los chasis del B10 de Leapmotor, el coche eléctrico que se ensamblará en la planta de Stellantis en Figueruelas. El proyecto contempla una inversión inicial de más de 40 millones de euros y la creación de más de 170 empleos directos, reactivando las antiguas instalaciones de Favier en el polígono de Barbalanca, que cerraron en 2019. El alcalde de Borja, Eduardo Arilla, ha calificado la noticia como "una de las grandes noticias para la localidad". En declaraciones a COPE Zaragoza, Arilla ha destacado que se trata del "mayor proyecto industrial que llega" al municipio, fruto de un intenso trabajo previo. "La verdad es que tenemos que estar, pues, muy contentos de cómo se ha desarrollado toda todo el trabajo previo", ha señalado el alcalde, subrayando que la iniciativa pondrá de nuevo en valor el polígono borjano. Tras recibir la licencia de obra y actividad por parte del Ayuntamiento, los trabajos para acondicionar las naves comenzarán en los próximos meses. Las tareas incluyen la revisión de tejados, la adecuación de las instalaciones eléctricas y todo lo necesario para acoger la nueva tecnología. "Una vez que ves ese montaje que va a haber, te haces la idea de que este proyecto es de una envergadura enorme e inédita", ha afirmado Arilla. El objetivo es que la planta esté operativa el próximo verano, aunque el calendario final dependerá de los plazos de Stellantis para el lanzamiento del vehículo. Respecto a la mano de obra, el alcalde ha explicado que, aunque se espera la llegada de un "contingente totalmente controlable" de ingenieros chinos para la puesta en marcha de la maquinaria, estos regresarán a su país una vez finalizada la instalación. El personal de la fábrica, incluidos los ingenieros de mantenimiento, será contratado localmente. La llegada de Lieder Automotive, sumada a otras implantaciones industriales, ha provocado que el polígono de Barba Blanca esté a punto de agotar su suelo disponible. "Tenemos ahora el bendito problema de quedarnos sin terreno industrial", ha confesado el alcalde. Esta situación ha llevado al consistorio a planificar una ampliación de entre 50.000 y 60.000 metros cuadrados. El presupuesto municipal de 2026 ya incluye una partida de 720.000 euros para comenzar con los viales de esta expansión. Según Arilla, este crecimiento consolidará un polígono que, tras 25 años, superará los 1.000 empleos, convirtiéndose en "uno de los pulmones de empleo" para la comarca del Campo de Borja, la Ribera de Navarra y la zona del Moncayo, ayudando a fijar población en el territorio.