Europa y sus instituciones también tiene sus estrategias para cuidar de los ciudadanos europeos y a través de Europe Direct Región de Murcia conocemos el Grupo de trabajo que cuida de evitar la discriminación contra una parte de la población muy sensible. La jurista Dorothy Estrada-Tanck, miembro del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la discriminación contra las mujeres y las niñas y profesora en la Universidad de Murcia, ha analizado los desafíos actuales en la lucha por la igualdad de género en Europa. Su labor se centra en identificar las causas de la discriminación para combatirlas y en promover las mejores prácticas legislativas y de políticas públicas entre los Estados. El grupo de trabajo al que pertenece está formado por cinco expertas independientes de las principales regiones geográficas, lo que permite poner en común diversos entornos culturales. Este órgano de la ONU realiza recomendaciones al Consejo de Derechos Humanos, manteniendo una postura autónoma y, en ocasiones, crítica con la propia organización. Aunque la situación en Europa es más esperanzadora que en otras partes del mundo, la discriminación persiste en la vida cotidiana. Según cifras del Instituto Europeo de Igualdad de Género, una de cada tres mujeres en la región ha sufrido o podría sufrir violencia de género. “La violencia de género es solo la punta del iceberg, la forma más visible de discriminación de género”, subraya Estrada-Tanck, explicando que esta violencia se facilita por un “sustrato previo de disparidades y asimetrías”. Para combatir esta realidad, la experta señala la necesidad de mejorar los marcos normativos, pero sobre todo de cambiar los estereotipos dañinos que perpetúan la superioridad de un género sobre otro. Recuerda que la propia convención de la ONU sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer obliga a los Estados europeos a combatir dichos estereotipos en todos los ámbitos, incluidos los medios de comunicación y las redes sociales. "Una de cada tres mujeres ha sufrido o puede sufrir violencia de género y hay que recordar que las mujeres somos la mitad de la humanidad", recuerda la experta alertando de esa vulnerabilidad. La ratificación del Convenio de Estambul por la UE en 2023 y la adopción de la Directiva sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres en 2024 son pasos positivos, pero insuficientes. Estrada-Tanck considera que la lucha contra la violencia machista debe seguir siendo una prioridad para la Comisión Europea en su próxima Estrategia de igualdad de género 2026-2030, ya que los datos empíricos demuestran que “aún hay mucho por hacer”. Un ejemplo de la fragilidad de estos avances es el caso de Letonia, cuyo parlamento votó recientemente a favor de abandonar el Convenio de Estambul, lo que podría convertirlo en el primer país de la UE en tomar esta medida. “La Comisión Europea tiene que poner presión, tanto por lo que toca la pertenencia individual de los estados miembros a ese convenio, como por la propia directiva europea”, afirma la experta. De cara al futuro, Estrada-Tanck ve la digitalización y la inteligencia artificial (IA) como un arma de doble filo para los derechos de las mujeres y las niñas. Por un lado, existe el riesgo de que la IA “reproduzca y a veces magnifique las desigualdades y disparidades que ya existen en la sociedad”, difundiéndolas de forma acelerada. Por otro, representa una oportunidad única. “Si se programan desde el diseño para ser alejadas de la misoginia, no patriarcales, igualitarias, esa misma capacidad de aceleración podría acelerar el cambio cultural necesario para la igualdad de género”, sostiene. Para ello, es clave la colaboración con las grandes empresas tecnológicas (“Big Tech”) y la promoción de la participación activa de las niñas y jóvenes en el entorno digital.