La diócesis de Segorbe-Castellón ha anunciado la puesta en marcha de un piso de acogida para tres jóvenes inmigrantes que comenzará a funcionar el próximo 1 de enero. La iniciativa, impulsada por el obispo monseñor Casimiro López Llorente, se enmarca en el programa "corredores hospitalarios", procedente de Canarias, y busca ofrecer un acompañamiento cualificado a jóvenes que han cumplido la mayoría de edad. El proyecto cuenta con una inversión inicial de 60.000 euros, que será financiada conjuntamente por Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón y el Obispado. El objetivo es, según ha explicado el propio obispo, que la dignidad de los jóvenes "no quede perdida" y que "las capacidades que ellos pueden ofrecer a la sociedad que lo necesita, nuestra sociedad, pues puedan ser también puestos en valor". López Llorente ha definido el proyecto como "una tarea silenciosa", reconociendo sus limitaciones iniciales: "serán 3, pero es que en el piso no caben más". No obstante, ha dejado la puerta abierta a ampliar el número de plazas en el futuro. Además de esta iniciativa social, el obispo ha adelantado otros proyectos, como la organización de un encuentro diocesano en 2027 sobre la "presencia pública de los cristianos". También ha confirmado que continúan los trabajos para finalizar las obras de la parroquia de San Juan Pablo II de Benicasim y la recuperación del santuario de Sant Joan de Penyagolosa, donde se espera firmar pronto un convenio entre la Generalitat, la Diputación y la Diócesis para dotarlo de servicios. Tras cumplir 75 años el pasado 10 de noviembre, monseñor Casimiro López Llorente presentó su renuncia al Papa León XIV, tal y como establece el derecho canónico. A pesar de ello, ha asegurado que mantiene "la misma ilusión" y sigue "el ritmo ordinario, como si no hubiera pasado nada". Su voluntad es clara: "mientras la salud acompañe y el santo padre no disponga de otra cosa, pues a servir, que es lo que toca". De momento, su continuidad parece asegurada a corto y medio plazo, con la vista puesta en un año 2026 que será especial, ya que celebrará su vigésimo aniversario como obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, sus particulares "bodas de plata" episcopales, tras haber conmemorado este año sus bodas de oro sacerdotales.