Un violento tornado formado en el mar ha sorprendido a los vecinos de La Cala de Mijas poco antes de las dos de la madrugada de este martes, 16 de diciembre. El fenómeno, rápido y virulento, ha tocado tierra y ha dejado un rastro de destrozos significativos, incluyendo árboles arrancados, ramas caídas y barcos sacados del agua. Una de las imágenes más comentadas en la zona ha sido la del alumbrado navideño del bulevar, completamente arrasado. La mayoría de los vecinos no se percataron de lo ocurrido hasta el amanecer. Es el caso de Juan Gambero, que regenta de una cafetería en la zona, quien ha relatado en COPE que, a pesar de vivir cerca, no oyó "nada". "Me desperté bastante temprano, ya estaba [comentando lo ocurrido] en varios grupos de WhatsApp", ha explicado el vecino y comerciante, cuyo local se encuentra justo enfrente de la decoración navideña dañada. La principal preocupación entre los comerciantes era la posibilidad de quedarse sin luces durante toda la campaña navideña. "Sinceramente, cuando hemos llegado esta mañana, todos pensábamos que ya habían acabado las luces este año aquí en La Cala", ha confesado Gambero. Sin embargo, ha añadido con optimismo que "parece ser que no, que se están movilizando, y la idea es arreglarlo lo antes posible". A raíz del paso del tornado, el Ayuntamiento de Mijas ha activado un dispositivo para evaluar los daños y organizar las reparaciones necesarias. La alcaldesa del municipio, Ana Carmen Mata, ha informado de que hay "calles cortadas, caída de árboles". Además, ha detallado que, por el momento, se tiene constancia de ocho vehículos con daños y que efectivos de la "policía local, servicio operativo y el resto de compañeros del ayuntamiento" se encuentran sobre el terreno "recopilando todos esos daños materiales que se han producido". La alcaldesa también ha precisado que el impacto del fenómeno ha sido muy localizado. "El tornado no ha pasado por todo el municipio, sino que se ha concentrado en parte de la cala de Mija, donde ha habido más daño, y, bueno, también en la parte de las lagunas", ha explicado Mata. Aunque se estima que el tornado pudo alcanzar vientos de 130 kilómetros por hora, los expertos del Centro Meteorológico de Málaga están investigando in situ para determinar con exactitud la naturaleza del suceso. El director del centro, Jesús Riesco, ha explicado por qué estos fenómenos son tan difíciles de prever. "Ese tipo de fenómenos tiene una duración muy corta y también unas dimensiones espaciales muy pequeñas", ha señalado Riesco, lo que provoca que quede "fuera del alcance de nuestro sistema de teledetección". Por ello, en España es necesario "hacer un estudio de campo in situ para valorar los daños, y en función de estos, pues, estimar la intensidad de los vientos". El equipo de meteorólogos analiza la traza que haya dejado el fenómeno para determinar qué tipo ha sido. "No es lo mismo que haya caído algo de de alumbrado navideño que es frágil y susceptible a a sufrir daños debido al viento, que que hayan volado diversos objetos de más peso", ha aclarado Riesco. Este análisis permitirá "hacer una estimación de de la racha de viento", un procedimiento estándar a nivel internacional. Mientras los científicos elaboran su informe, la borrasca Emilia ha dejado otros efectos en la provincia de Málaga. Una fuerte granizada ha teñido de blanco La Maroma, la cumbre más alta del territorio, dejando una estampa invernal. Las lluvias también han sido protagonistas, con precipitaciones generalizadas que han dejado un mínimo de 15 litros por metro cuadrado y han alcanzado los 40 litros en la Serranía de Ronda. Estas lluvias han permitido que los pantanos malagueños ganen dos hectómetros cúbicos en una semana, situándose al 46 por 100 de su capacidad, una cifra notablemente superior al 28% registrado hace un año.