La capacidad eléctrica de Burgos se encuentra al límite, operando a un 94-95% de su totalidad, según datos de Iberdrola aportados por el vicealcalde de la capital burgalesa, Juan Manuel Manso. Esta situación de casi saturación ya está provocando la pérdida de oportunidades económicas para la ciudad, con empresas que descartan instalarse en sus polígonos industriales por la falta de un suministro fiable. La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha calificado la situación como una “cuestión crucial para nuestra tierra”. El problema no afecta solo a Burgos, sino que se extiende a otras provincias como Soria, poniendo en riesgo un total de 15.000 millones de euros de inversión en toda Castilla y León. De hecho, ya se han perdido proyectos concretos. La propia alcaldesa ha confirmado tener conocimiento de casos, como el de “una empresa que ya no había podido hacer una inversión porque no tenía capacidad eléctrica suficiente”. Este escenario ha llevado al Ayuntamiento de Burgos, la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León a presentar alegaciones conjuntas contra el plan energético del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Ayala ha sido contundente al respecto, lamentando que la situación ya tiene consecuencias tangibles: “A mí me ha llegado un proyecto de 11 millones de euros que no ha sido posible llevar a cabo por falta de capacidad”. La situación resulta paradójica, ya que Castilla y León es la comunidad líder en producción de energía renovable en España. Durante 2024, ha generado más de 25.000 gigavatios hora, con un 92,8% de electricidad de origen renovable, una cifra muy superior a la media nacional, que no alcanza el 60%. El origen del problema, según denuncian desde el consistorio burgalés, es el “desequilibrio creciente” que existe entre la alta capacidad de generación y la insuficiencia de infraestructuras para el transporte de esa energía. Consideran que el Gobierno de España no está realizando las inversiones necesarias en la comunidad. Para atajar el bloqueo, el Ayuntamiento de Burgos ha elevado cuatro peticiones principales al ministerio. Estas incluyen el refuerzo de subestaciones clave, una mayor inversión en redes de transporte, la búsqueda de soluciones a la saturación de accesos que impide nuevos proyectos y un apoyo decidido al autoconsumo industrial y el almacenamiento. La falta de capacidad eléctrica amenaza también proyectos de futuro como el parque tecnológico. Cristina Ayala ha advertido que si llega un proyecto “muy intensivo en consumo, pueda, efectivamente, pues haber problemas”, reconociendo que “ese escenario es posible”.