Fueron recibidos como bancos con forma de ataúd y suscitaron un auténtico aluvión de críticas ciudadanas, en cuanto se colocaron, la pasada primavera. Ahora, el Ayuntamiento de Ponferrada ha colocado respaldos en esos elementos del mobiliario urbano, ubicados en el paseo a orillas del río Sil. Así, queda disimulado su aspecto de sarcófago y se puede decir que se «humaniza» ese espacio que sirve para caminatas o practicar deporte, junto a las aguas del río. La cuestionable estética de los bancos-ataúd ha quedado matizada por esos respaldos que dan nueva imagen a los asientos. Nada se ha dicho desde el Ayuntamiento , donde no han ofrecido mayores explicaciones. Lo cierto es que en su día, el alcalde de Ponferrada, Marco Morala (PP), confesó que los bancos no le gustaban. Dijo que era generoso llamarlos así, que su estética era «dudosa» y que la elección no fue la acertada. Los bancos con forma de ataúd y color negro causaron sensación, no precisamente positiva, con mofas y críticas vecinales. Están fabricados con caucho reciclado procedente de neumáticos fuera de uso, cada uno costó 600 euros, y se pagaron con los fondos del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino «Ponferrada en el Camino». Ahora, con este respaldo, los bancos del paseo del río Sil en Ponferrada parecen más un banco y un lugar en el que sentarse y poder reposar, que un ataúd para descansar …, eternamente.