España es uno de los países de Europa donde su población se acuesta más tarde. El problema es que, pese a ello, se despierta prácticamente a la misma hora que el resto. Pero ¿qué consecuencias puede tener para la salud ese desajuste? Sobre este hábito ha hablado recientemente el doctor Eduard Estivill, médico, neurofisiólogo, pediatra y fundador de la Clínica del Sueño Estivill, en Barcelona. En una entrevista en el Círculo Ecuestre, el experto explicó por qué el patrón de sueño español es especialmente dañino y por qué afecta con mayor intensidad a determinados perfiles, como el de los deportistas. «Claramente en España somos unos pringados con esto», señala al inicio de su intervención. Según explica, trabajamos muchas horas, terminamos tarde y apenas dejamos espacio para la vida social o personal, lo que acaba empujando a retrasar todo lo demás, incluido el descanso. A ese cóctel, en el caso de los deportistas, se suma otro factor como el deporte nocturno. El doctor recuerda que al hacer ejercicio el cuerpo segrega endorfinas, sustancias que activan el organismo y dificultan la desconexión posterior. «Son las que te dan activación», explica, y por eso muchos deportistas no pueden dormir después de un partido o de un entrenamiento intenso por la noche. El problema, subraya Estivill , no es solo acostarse tarde, sino el conjunto del sistema. «Nos levantamos a la misma hora que el resto de europeos, pero nos acostamos mucho más tarde. Vamos cortos de sueño», dice el reputado médico. El resultado es un déficit crónico de sueño que se arrastra día tras día y que termina afectando al rendimiento físico, a la concentración, al estado de ánimo y, a largo plazo, a la salud. «Estos hábitos ambientales en España somos los peores de Europa», resume.