Pese a la parálisis institucional que imprime la disolución de las Cortes de Aragón, el Ejecutivo en funciones sigue enfadado con la Generalitat y el Patronato del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) por poner palos en las ruedas al cumplimiento de los tiempos de la Justicia y tiene claro que la sentencia del pasado mayo que fuerza al retorno de las pinturas de Sijena al cenobio correspondiente, en la provincia de Huesca, debe seguir adelante. Por eso este martes 16 de diciembre la cara visible de esta protesta, el director general de Cultura, Pedro Olloqui, ha dado una rueda de prensa en la que ha reaccionado a las últimas palabras del director del MNAC -Pepe Serra- sobre este litigio que ya suma 89 años. Aragón califica de «menosprecio intolerable» dichas declaraciones, vertidas ayer y en las que afirmó: «Lo que no puede ser es que un concierto de Rosalía puede afectar a la pintura y serrarla en 73 trozos se puede hacer fácilmente« y «quien dice esto tiene que ir a un médico». Olloqui, muy vehemente como acostumbra, ha lamentado que los hechos probados en sede judicial sigan poniéndose en solfa por parte de las instituciones catalanas para alargar el proceso. El «ánimo perturbador» del director del MNAC no va «a distraer» a Aragón de su cometido y le ha recordado a Serra que «Aragón y Cataluña son comunidades vecinas, hermanas», pero no puede reaccionar así y oponerse al desarrollo de los derechos culturales de los aragoneses. Olloqui ha desvelado en esta cita ante la Prensa que la juez de Instrucción número 2 de Huesca que lleva la causa ha planteado y emplazado a las partes a dirimir sus diferencias a propósito del cronograma presentado por cada una de ellas para ejecutar la sentencia. El director de Cultura ha informado de que todavía no hay fecha para esa cita y ha mantenido que para Aragón la diferencia en unas pocas semanas no es el 'quid' de este caso, sino que se cumpla sí o sí el fallo del Tribunal Supremo de la pasada primavera. Según Olloqui, la magistrada está llamando la atención a las instituciones catalanas para que se respeten los trabajos técnicos, pero ha confiado en llegar a un acuerdo en ese acto de 'conciliación' de los calendarios porque el fin está claro. Sí ha criticado el alto cargo del Ejecutivo maño que se vuelva a poner en cuestión la viabilidad de la ejecución por parte de Serra. Ha insistido en que «quedó resuelta en la sentencia» tras ser objeto de debate en el procedimiento judicial, en el que intervinieron «un número importante de peritos» en representación de todas las partes y «todos ellos admitieron que las pinturas murales pueden trasladarse y reintegrarse al cenobio sin problema alguno» «¿Cómo es posible que en estos momentos las instituciones catalanas y el director del Museo Nacional de Arte de Cataluña reabran este debate cuestionando la viabilidad a la que no hubo oposición procesal?», ha preguntado, argumentando que este cuestionamiento es «exclusivamente político» porque técnicamente y jurídicamente es «una cuestión juzgada» que sólo está pendiente de ser cumplida y ejecutada, que es «en lo que debe centrarse el director del MNAC». Además, ha remarcado que el propio Serra participó en la vista judicial y que ha debido sufrir un olvido en este sentido. El responsable aragonés de Cultura se ha referido a otra afirmación del director del MNAC en la que aseguraba que «si llega el momento», convocará un concurso para que haya empresas que ejecuten el traslado: «¿Cómo que si llega el momento? El momento ya ha llegado fruto de una sentencia judicial del Tribunal Supremo; sólo hay que cumplirla». Por tanto, debe iniciar «decididamente» los trabajos para la vuelta de las pinturas «sin más dilación». Ha rechazado asimismo que los técnicos aragoneses vayan a cortar «a serrucho» las pinturas para despiezarlas en 73 partes: «Esa ridiculización no tiene sentido alguno», ha apuntado, ya que las pinturas murales «llegaron en muchos más de 73 fragmentos», que por otro lado son los mismos que los que utilizaron en el MNAC para su montaje en los bastidores. Además, en las uniones entre esos 73 fragmentos «no hay restos de pintura original» y se hacen en áreas que son restituciones realizadas a lo largo del siglo XX, por lo que «el desmontaje no afecta en absoluto» al conjunto original. Una cuestión de la que se mofó también Serra, al entender de Aragón, es de que las fotografías aportando una fuerte contaminación alrededor de las pinturas hayan sido manipuladas por los técnicos o el Gobierno maño. Olloqui ha defendido que el formato de esas imágenes es 'raw', inmanipulable y que no han recibido «tratamiento» de ningún tipo, pero está dispuesto a demostrarlo en sede judicial con las fotos originales, ya en poder de la juez. En esas fotografías el MNAC criticaba que se hubiese manipulado y puesto una «colilla», pero la réplica de Olloqui ha sido de lo más contundente: «No fue una colilla, fueron cinco». Por último, ha rechazado los argumentos del MNAC en lo relativo a la tasación y el aseguramiento de las piezas: «Si fueron asegurables las Torres Gemelas tras el 11-S, ¿cómo no van asegurables las pinturas murales de Sijena?« , ha cuestionado, preguntando también si se trata de un problema presupuestario que tenga la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Cultura, todos ellos integrantes del Patronato del MNAC. El director general ha celebrado que el juzgado de Huesca avance al plantear a las partes la posibilidad de constituir una comisión de expertos con técnicos de ambas partes. En este sentido, ha adelantado que el Gobierno de Aragón va a atender esta solicitud y que va a facilitar el trabajo de la juez : «Somos proactivos en las solicitudes de los tribunales de justicia para llevara a buen fin el cumplimiento de la sentencia». «Las discrepancias no son un océano, pero hay que resolverlas» , ha subrayado, y no ha querido profundizar -más que respetando esa acción judicial y «entendiendo el enfado del letrado»- en el hecho de que el Consistorio de Villanueva de Sijena, adonde deben volver las obras murales, haya planteado denunciar a Pepe Serra por sus recientes manifestaciones, por injurias y daños al honor, según ha anunciado el abogado Jorge Español.