Corren malos tiempos para la paz. Si contemplar a Donald Trump autoimponerse la medalla de la paz que la FIFA ha creado especialmente para el presidente EEUU se nos antojó bochornoso; la ceremonia de entrega del Nobel de este año parecía un nuevo capítulo televisivo de 'El cielo puede esperar'. No sé si recordarán el formato del programa, pero básicamente consistía en homenajear a un famoso recreando con humor cómo sería su funeral.