Una soltera se queda 'muerta' con el recibimiento de su cita de 'First Dates':«¿Pero esto qué es?»

Jesús (61) cree que «si pasa la vida y no te has enamorado, es como si no hubieras vivido». El problema es que las mujeres escasean en el pueblo de apenas 40 habitantes donde reside. El agricultor, natural de Camañas (Teruel), lleva media vida sin pareja salvo por una novieta de juventud. Por ese motivo, llegó a 'First Dates' este martes 16 de diciembre decidido a encontrar a su mujer ideal. «Una chica sencilla, y sobre todo, 'de ley'», como canta Rosario Flores . Carlos Sobera le presentó a Maite (60), una mujer «un poco loquita» que buscaba en el restaurante de Cuatro a un hombre que complementara su locura con un poco de cordura. El soltero la esperaba con una bonita rosa blanca. Un detalle que Maite no se esperaba en absoluto y con el que Jesús hizo muchísimos puntos. «Me he quedado muerta, pero muerta. Digo '¿pero esto que es?», contaba con entusiasmo en los totales la empleada de hogar de Terrasa (Barcelona). Tanto le encantó el regalo, que aunque no le gustara el campo estaba dispuesta a convertirse en la cuadragésima primera habitante de Camañas. El que no parecía muy por la labor era Jesús , pues físicamente Maite no le entró por los ojos. «Fea fea no… Pero guapa guapa, tampoco», comentó en privado. Precisamente, el turolense confesó a su cita que le dolería mucho abandonar el pueblo en el que nació y se ha criado. Sin embargo, ante el equipo de 'First Dates' no descartó mudarse si se se diera el caso de que se enamorara locamente. Por su parte, la catalana le habló a Jesús de sus hobbies, bailar y la playa, dos aficiones difíciles de practicar en el pueblo de su pretendiente. De hecho, el agricultor no pisa la playa desde que hizo la mili en Castellón, «aunque tampoco salgo mucho», apuntó. El encantamiento de reconocer en Jesús a un hombre detallista como le encantan a ella se rompió. Y es que Maite reconoció que «a mi él no me ha gustado». Tampoco Jesús sintió que hubiera feeling entre ellos. Según él, «no la veo muy atractiva». Eso sí, se cayeron muy bien, tal y como los dos destacaron en la decisión final. Así las cosas, por más que la rosa que le regaló Jesús le hubiera gustado tanto a Pilar que no quiso separarse de ella, la pareja solo congenió en el plano de la amistad.