Xiaosuan, el ‘perro’ robot que convierte el metro de Shenzhen en un mapa hablante

El reloj marcaba el sábado 13 de diciembre de 2025 cuando, entre el vaivén de viajeros, un pasajero con discapacidad visual se ajustó la correa al nuevo acompañante. No era un animal: era Xiaosuan, una máquina con sensores, voz y la misión de transformar la forma en que se mueve quien no ve. Piensa en Xiaosuan como un GPS con tacto y oído. Combina visión en 3D (lo que le permite «sentir» el espacio), modelos que entienden imágenes y lenguaje, y un planificador que traza la ruta más segura dentro de la estación. El pasajero le dice por voz “a la salida”, “al ascensor” o “a la taquilla”; el robot responde, guía y, cuando termina, vuelve solo a su base. Sigue las losetas táctiles, esquiva bicicletas, carritos y aglomeraciones, y se recoloca en el muelle cuando le ordenan. El primer despliegue se ha ubicado cerca de las salidas 13 y 14 de Huangmugang; el sistema ya pasó inspecciones de seguridad y, durante 30 días, personal especializado acompañará a los usuarios para supervisar su rendimiento. Si todo sale bien, Xiaosuan podría visitar otras estaciones de la red. Autoridades y responsables del metro subrayan que el robot no pretende reemplazar a los perros guía ni al acompañamiento humano: es una herramienta que amplía opciones. En una ciudad donde la demanda de apoyo es enorme, la tecnología puede ofrecer una capa extra de autonomía en intercambiadores complejos. El proyecto se enmarca en las mejoras de accesibilidad que prepara Shenzhen de cara a los XII Juegos Nacionales para Personas con Discapacidad. El operador recuerda que las 485 estaciones ya poseen instalaciones accesibles, y que ahora la innovación busca añadir soluciones prácticas allí donde el flujo y la complejidad lo hacen necesario. Porque convierte la accesibilidad en una experiencia activa: menos incertidumbre para quien no ve, menos dependencia puntual y un nuevo discurso sobre cómo las ciudades pueden integrar la IA sin perder el factor humano. Si el piloto prospera, la imagen de un viajero hablando con su perro robótico en el andén podría dejar de sorprendernos. En resumen, el estreno de Xiaosuan no es solo una prueba tecnológica, sino un ensayo de ciudad. En un entorno tan complejo y hostil como una gran estación de metro, la inteligencia artificial se pone al servicio de algo esencial: la confianza de poder moverse sin miedo. Si el piloto cumple sus promesas, el futuro de la accesibilidad no ladrará… pero sabrá exactamente a dónde llevarte.