En el tango “Confesión” de Discépolo, hay una línea que dice “Sol de mi vida, fui un fracasao/ Y en mi caída tuve que dejarte a un lao”. Es la historia de un tipo que se hace odiar por la mujer, porque según él, no la merece. Desde siempre me impactó la noción de que el protagonista se derrumbara, que no era que se iba, sino que rodaba hacia abajo, como desmoronándose.