Agentes de la Policía Nacional de Gijón han identificado durante la pasada semana a dos hombres y una mujer como los presuntos autores de un delito de estafa por el método del 'tocomocho'. Con esta treta, los delincuentes lograron hacerse con un botín de 10.000 euros que sustrajeron a su víctima, un hombre de avanzada edad. Según ha informado la comisaría de El Natahoyo, los hechos ocurrieron la mañana del 7 de noviembre. La víctima, un hombre de avanzada edad, fue abordada en el barrio de La Arena por un individuo con un característico "acento gallego" que solicitó su ayuda para cobrar unos cupones de la ONCE que, según él, estaban premiados. Justo en ese momento, un segundo hombre se unió a la conversación. Este individuo, que actuaba como 'gancho' para dar credibilidad a la historia, le propuso a la víctima la idea de reunir dinero en efectivo para comprarle los cupones al primer estafador y repartirse después las supuestas ganancias. Una vez convencido, el hombre de avanzada edad se subió a un vehículo junto a los dos estafadores. Juntos recorrieron varias oficinas bancarias de la ciudad hasta que la víctima consiguió reunir y entregarles los 10.000 euros en efectivo. La labor de investigación de la Policía Nacional ha sido clave para identificar a tres de los autores y reconstruir sus movimientos, desde que captaron al anciano hasta que huyeron con el botín. El método para culminar el engaño es siempre el mismo: una vez conseguido el dinero, "hacen que la víctima se baje del coche con cualquier excusa, ya sea una gestión pendiente o una breve espera, y desaparecen sin dejar rastro". Según la Policía Nacional, el patrón de actuación en estos timos es casi siempre idéntico. Los delincuentes se centran en personas de avanzada edad, actúan siempre por las mañanas y en las inmediaciones de entidades bancarias. Todo el recorrido se realiza en un vehículo de los estafadores, lo que les permite controlar en todo momento la situación. La clave de su éxito reside en el engaño. Los estafadores, que suelen usar como cebo cupones de la ONCE o décimos de Lotería falsamente premiados, "se ganan la confianza de la víctima para convencerle de que el premio es real", ofreciéndose a acompañarla por la ciudad para retirar el dinero.