La Fiscalía de Madrid ha decidido no seguir adelante con la causa abierta contra Íñigo Errejón por la denuncia presentada por la actriz Elisa Mouliaá, al considerar que no existen indicios suficientes para sostener una acusación penal por un presunto delito de abuso sexual, tipificado actualmente como agresión sexual. Según han confirmado fuentes jurídicas, el Ministerio Público no presentará escrito de acusación contra el que fuera portavoz de Sumar, al entender que el relato de los hechos no ha podido ser respaldado con pruebas concluyentes que permitan llevar el caso a juicio. La investigación se centraba en unos supuestos tocamientos y besos sin consentimiento que, según la denunciante, habrían ocurrido tres años antes durante una fiesta celebrada en el domicilio de unos amigos suyos. Precisamente, esas personas presentes en el encuentro no han confirmado la versión de Mouliaá durante la instrucción, un elemento que ha pesado de forma decisiva en la valoración de la Fiscalía. La falta de testigos que corroboren los hechos denunciados ha sido clave para descartar la acusación penal. La denuncia se produjo el 24 de octubre de 2024, el mismo día en que Errejón anunció su dimisión de todos sus cargos políticos. Su salida se produjo después de que circularan de forma anónima en redes sociales varios testimonios que le atribuían presuntos comportamientos de maltrato psicológico y violencia machista, aunque ninguno de ellos derivó entonces en procedimientos judiciales. Pese a ello, Elisa Mouliaá mantiene su acusación y ha solicitado formalmente que el exdiputado sea condenado por un delito continuado de abuso sexual. En su escrito, la actriz reclama también una indemnización de 30.000 euros "por daños morales y por los daños sufridos a consecuencia del abuso sexual o, subsidiariamente, la que se determine en fase de ejecución", según consta en la documentación judicial. Los hechos denunciados se remontan a una noche de octubre de 2021. En su denuncia, Mouliaá relató haber sufrido tocamientos, besos no consentidos y comentarios de índole sexual por parte de Errejón en al menos tres momentos distintos de la misma noche: antes, durante y después de una fiesta celebrada en el domicilio de unos amigos de ella. Según su versión, los episodios se produjeron tanto en espacios comunes como en una habitación de la vivienda. Errejón ha reconocido que se encontró con la actriz aquella noche, pero siempre ha sostenido que cualquier interacción fue consentida. Esa discrepancia entre ambos relatos ha sido el eje central de la investigación judicial, marcada por la ausencia de testigos presenciales directos, dado que los hechos denunciados se habrían producido en un ámbito de intimidad. En una resolución clave del procedimiento, el juez instructor, Adolfo Carretero, otorgó credibilidad al testimonio de la denunciante, al considerar que su relato constituía el principal "indicio probatorio" del caso. El magistrado subrayó que la declaración de Mouliaá fue "coherente en lo esencial", pese a que no pudiera precisar algunos "detalles secundarios", como si la habitación en la que se habrían producido parte de los tocamientos tenía o no pestillo. El propio...