El intercambiador de metro de Passeig de Gràcia, que conecta las líneas L3 y L4, ha inaugurado una nueva cara gracias a la tecnología. El pasillo de transbordo, uno de los más largos de la red de metro de Barcelona con sus 237 metros de longitud, se ha convertido en el lienzo de una instalación interactiva sonora y visual. El proyecto, denominado Ars Gràcia y desarrollado por Artificia, utiliza la inteligencia artificial para generar música e imágenes en tiempo real, reaccionando al flujo y paso de los usuarios. De momento, se ha implementado una prueba piloto en un tramo de 35 metros, que estará operativa durante tres meses para monitorizar su rendimiento e impacto en los viajeros. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha señalado que el principal objetivo de esta iniciativa es transformar la percepción de un espacio tradicionalmente evitado. "Hasta el día de hoy, la gente intentaba evitar este pasillo eterno y queremos que ya no sea así". La ambición es convertir un simple pasaje en una experiencia positiva y enriquecedora para los miles de ciudadanos que lo transitan a diario. Con esta visión, el consistorio busca revitalizar el subsuelo de la ciudad, convirtiendo infraestructuras funcionales en focos de cultura y dinamismo. Collboni ha expresado este deseo de forma contundente: "Queremos dotar de vida, de estímulo, de cultura, de alegría y de experiencia este pasillo". También agradece la labor de la Associació de músics del carrer i del metro de Barcelona (AMUC), cuyos artistas también se benefician de las mejoras implementadas en el mismo espacio. El proyecto Ars Gràcia presenta una naturaleza dual. Por un lado, la instalación de inteligencia artificial y, por otro, una mejora sustancial del espacio dedicado a la música en vivo. El nuevo Ars Stage, según ha explicado el responsable de Ars Gràcia d'Artificia, David Hernández, es un "espacio equipado con pantalla LED, sistema de amplificación plug&play y excelentes condiciones de sonoridad". Esta modernización ofrece a los músicos un escenario profesional para sus actuaciones, mejorando la calidad de la experiencia tanto para ellos como para el público. La plataforma para los artistas se ha diseñado pensando en su beneficio directo. Una de las características más destacadas es la incorporación de una pantalla LED que muestra información del artista y un código QR personalitzado. Esta herramienta permite a los viajeros realizar donaciones directas a los músicos a través de Bizum, facilitando una vía de apoyo económico moderna y ágil para los miembros de la AMUC que actúan en este punto de la red de metro. Cuando no hay actuaciones en directo, el pasillo cobra vida gracias a la inteligencia artificial. El sistema combina la composición algorítmica para crear música y vídeo a partir del movimiento de los transeúntes. De esta forma, las personas se convierten en notas musicales que se integran en patrones sonoros, visuales y lumínicos que recorren el espacio. El resultado es un ambiente musical amable y en constante mutación, que acompaña al viajero y hace de su trayecto una experiencia única. La intervención busca no solo entretener, sino también alterar la percepción del tiempo y la distancia en un trayecto largo, y sobre todo, reforzar la sensación de seguridad de los usuarios. El proyecto Ars Gràcia nació como la propuesta ganadora de una convocatoria de ayudas lanzada el pasado enero, en el marco de la conmemoración del Centenari del metro. A este reto, dirigido a empresas, startups, centros de investigación y universidades, se presentaron un total de 52 proyectos. Tras una primera criba en la que seis resultaron preseleccionados, los tres mejores fueron premiados con 3.000 euros. Adicionalmente, Ars Gràcia recibió 50.000 euros de financiación, cubriendo el 80% de su presupuesto total, para poder implantar esta prueba piloto en un entorno real.