La entrenadora Marina Robles, graduada en Ciencias del Deporte por la Universidad de Almería, ha encontrado en el deporte para personas con discapacidad su verdadera vocación. Durante su participación en el programa Deportes Cope Almería, como invitada en 'Las Historias de Jairo', Robles ha explicado cómo sus primeros pasos profesionales en el club Depoadap le han permitido descubrir una pasión que no contemplaba al iniciar sus estudios, abriendo un camino lleno de satisfacciones personales y oportunidades. Aunque su carrera deportiva personal proviene del atletismo y el triatlón, fue una asignatura sobre deporte adaptado en la universidad la que despertó su interés. “No tenía muy claro a qué enfocar la carrera”, ha confesado Robles, quien nunca imaginó dedicarse al ámbito inclusivo. Tras graduarse, la oportunidad de trabajar en Depoadap fue decisiva. “He descubierto que es mi gran vocación, así que aquí sigo”, ha afirmado con convicción. Este camino le ha aportado una nueva perspectiva y valores únicos. “He adquirido y he aprendido ciertos valores que yo pienso que en otro ámbito laboral, pues no me puede aportar”, ha señalado. La joven entrenadora se siente afortunada por haber unido su profesión y su pasión: “Me siento superafortunada, que al final mi trabajo, pues, es mi vocación, y eso al final poca gente creo que lo puede decir”. La decisión de Robles cobra especial relevancia ante las cifras expuestas en el programa, que señalan que en España hay más de 4,12 millones de personas con discapacidad, lo que supone casi un 10% de la población. Sin embargo, según datos del informe Olivenza, “tan solo el 3% practica una actividad deportiva”. Esta realidad convierte al deporte adaptado en “un nicho de mercado y una salida profesional muy válida que muchos jóvenes de hoy en día desconocen”. Actualmente, Marina Robles es entrenadora en Depoadap de disciplinas como la natación y la boccia, un deporte paralímpico de precisión similar a la petanca y enfocado a personas con parálisis cerebral. El club ofrece una escuela de Boccia los martes y miércoles en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, además de una escuela de natación con clases de lunes a viernes en el Rafael Florido y de lunes a jueves en la piscina de la Universidad de Almería. Finalmente, Robles ha animado a todas las familias y personas con discapacidad a probar alguna actividad deportiva, destacando los beneficios que van más allá de lo físico. “Los beneficios sociales, emocionales, la cantidad de compañeros que conoces, te sube la autoestima, te sube la seguridad, es una forma de despejarte, de de superación”, ha concluido.