Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE e investigado por presunta pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y cohecho, ha vuelto a comparecer este martes ante la comisión del Senado que investiga el denominado caso Koldo y sus derivadas. Se trata de su segunda aparición en este foro, tras la realizada el pasado 30 de abril de 2024. A diferencia de aquella primera comparecencia —en la que defendió haber dicho "la verdad" y haber impulsado todas las medidas posibles para combatir la corrupción dentro del partido—, en esta ocasión Cerdán ha optado por acogerse a su derecho a no declarar sobre los hechos concretos que se investigan en la causa abierta en el Tribunal Supremo. No obstante, sí ha querido intervenir para exponer lo que ha definido como "el contexto político" que rodea al proceso. Desde el inicio de su intervención, Cerdán ha adoptado un tono marcadamente combativo y ha denunciado lo que considera una persecución personal y política. "Al comienzo de todo este proceso se persiguió a un diputado de forma directa, una forma propia de la inquisición, sin pruebas", ha afirmado ante los senadores. En esa línea, ha sostenido que el objetivo no es esclarecer los hechos, sino construir un relato previo de culpabilidad: "Nadie está buscando la verdad, ni aquí ni en el Congreso. Ustedes han construido un relato". El exdirigente socialista ha negado de forma tajante su vinculación empresarial con Servinabar, uno de los elementos clave del sumario, y ha denunciado que se esté cuestionando su presunción de inocencia. "Es falso que yo sea socio de Servinabar sin ninguna prueba. Se ataca mi presunción de inocencia en base a conjeturas para lapidarme en la plaza pública", ha señalado. Uno de los ejes centrales de su defensa ha sido el cuestionamiento de las grabaciones que dieron origen a la investigación. Según Cerdán, "todo esto nace de unos audios que se están demostrando falsos", y ha añadido que "los peritos de la Guardia Civil no pueden verificar toda su autenticidad". En este punto, ha ido más allá al sostener que algunas de las grabaciones habrían sido realizadas, supuestamente, en sistemas operativos que no existían en el momento de los hechos. "Eso es imposible salvo que los audios hayan sido editados y manipulados", ha asegurado. Noticia en ampliación...