La Ley Bosman, 30 años después: la sentencia que transformó el fútbol moderno

Este 15 de diciembre se han cumplido 30 años de una de las sentencias judiciales que cambiaron para siempre la historia del fútbol europeo y mundial: la Ley Bosman. En el programa 'Deportes Cope en Bilbao', con Álvaro Rubio, el periodista e historiador Toni Padilla ha desgranado las claves de una decisión que liberalizó por completo el mercado de fichajes. El protagonista de esta historia fue Jean-Marc Bosman, un futbolista belga de perfil modesto que militaba en el RFC de Lieja, en la segunda división de su país. Al finalizar su contrato, recibió una oferta del Dunkerque francés para mejorar su salario, pero su club de origen exigía un traspaso que el equipo galo no podía asumir, a pesar de que el jugador ya era libre contractualmente. Bosman, asesorado por un abogado, decidió llevar su caso a la justicia europea amparándose en la legislación de la Unión Europea. Reclamaba la libertad de un trabajador para cambiar de empleo al finalizar su contrato y la libre circulación entre países miembros, sin ser considerado extranjero. El periodista Toni Padilla lo define como "una sentencia judicial que cambió para siempre el fútbol europeo y el fútbol mundial, porque facilitó la libertad de movimiento de los futbolistas". Antes de la sentencia, los equipos solo podían alinear a tres jugadores extranjeros simultáneamente, una restricción que la Ley Bosman eliminó para los futbolistas comunitarios. La liberalización del mercado provocó lo que Padilla describe como "una globalización salvaje del fútbol", donde los clubes más poderosos económicamente comenzaron a fichar masivamente a los mejores talentos. Un ejemplo fue el Real Madrid, que ese mismo verano incorporó a jugadores como Bodo Illgner o Christian Panucci, aprovechando la nueva normativa. Durante el programa de ¨Deportes Cope en Bilbao', se recordó el caso del Ajax de 1995, un equipo de cantera que ganó la Champions y fue desmantelado poco después. "A partir de entonces, se crea una tendencia de que la Champions la ganan siempre equipos ingleses, italianos o españoles, y que las ligas las ganan siempre los equipos que tienen más pasta", señaló Padilla. Aunque la filosofía del Athletic Club le mantenía al margen del mercado de extranjeros, la Ley Bosman tuvo un impacto demoledor en su competitividad. El club vizcaíno dejó de poder competir por el título de liga frente a rivales que, de la noche a la mañana, podían construir plantillas repletas de estrellas internacionales. Para el Athletic, la sentencia supuso "el fin del sueño de alguna vez volver a ganar la liga", ya que la brecha económica y deportiva se hizo insalvable. La decisión judicial demostró, además, que el fútbol no podía regirse por sus propias leyes y estaba sometido a la justicia ordinaria, un principio que sigue vigente en la actualidad.