Premios al Compromiso Universitario: jóvenes con los que mirar al futuro con «optimismo»

Implicación y excelencia fueron las dos premisas sobre las que la Fundación Schola ha reeditado este año sus premios al Compromiso Universitario. Además de valorar los resultados académicos de los estudiantes, para concederlos también prestan especial atención a su participación en actividades de carácter cultural, deportivo, solidario, asociativo o representativo, tanto dentro como fuera de la universidad. Así, con su tradicional entrega de premios en el Aula Triste, en esta XIV edición distinguió a siete estudiantes con tres premios -cada uno con una dotación de mil euros- y cuatro accésit. En la categoría principal, uno de cada rama: en Ciencias Sociales y Jurídicas, Artes y Humanidades el galardón fue a parar a manos de Diana del Carmen Villar Pita; por Ciencias, Ciencias de la Salud y Experimentales, Raúl Ortega de la Torre; y en la categoría de Ingeniería y arquitectura o enseñanzas técnicas, Paula Mielgo Martín, habiendo recibido estos dos últimos el accésit en la edición anterior. Las menciones especiales de este año señalaron a Lucía Sanz Valdivieso (Ciencias Sociales), a Lucila Castañeda Aller por Ingenierías y, en la vertiente científica, tanto a Carlos Saravia de Coca como a Sandra Rico Martínez. Los universitarios se mostraron así agradecidos ante un reconocimiento que apelaba a sus ganas de «generar un cambio», resumió Raúl Ortega. Este joven médico ha escogido especializarse como anestesista y Schola destaca que a su curiosidad y sus «notas brillantes» ha sumado una incansable actividad asociativa, solidaria y representativa en la que refleja esa actitud proactiva. «El compromiso es una forma de devolver a la sociedad lo que nos da», afirmó en ese sentido Paula Mielgo, graduada en Ingeniería Informática y Matemáticas con otro expediente meteórico y un currículum de implicación en proyectos o deporte. Para ella, la divulgación es clave para visibilizar campos como el suyo, y le apasiona abrir puertas a ello a niños y, sobre todo, niñas, para fomentar que más mujeres se interesen por las carreras STEM. Diana Villar, que terminó con honores el Grado de Publicidad y Relaciones Públicas en el campus segoviano, reivindicó que esa implicación no tenía que ser «desde Madrid o Bruselas» y que «no es algo que hagas por un premio» aunque este le dé visibilidad a ese trabajo de fondo. «Forma parte de tus rutinas, lo haces porque quieres y la universidad es el momento y el lugar de tomar la iniciativa». Aún así, distinciones como esta, según valoró Carlos Saravia, doctorando en Economía, «valoran la excelencia aunque les cueste entender la especifidad» de campos tan concretos como el suyo, en el que de otra forma la aplicación de modelos matemáticos a la política fiscal quedaría encerrada en un reconocimiento más 'de nicho'. «Nunca había pensado en el concepto de compromiso en sí», reflexionó Lucila Castañeda, también brillante, pero en el terreno de la arquitectura, sobre la que también prepara tesis. La profesora predoctoral opina que el compromiso «va implícito en el conocimiento y ligado a la conciencia, al menos para mí». «Es una relación mutuamente beneficiosa», matizó en la entrega Lucía Sanz. Cursó Estudios Ingleses con resultados excepcionales y defendió su tesis doctoral 'cum laude' el pasado mayo, pero, como todos sus compañeros, sacó también tiempo para hacer méritos representativos, culturales o asociativos. Villar admitió que a veces a la rama de las Humanidades se le presupone más implicación social, pero en realidad apuntó que es simplemente una cuestión de que «desde nuestra rama trabajamos más para que se vea porque en ella está la comunicación». Y otros estudiantes coincidieron en el valor de un compromiso polifacético y definido en muchos ámbitos de conocimiento. «Desde tu disciplina y con el asocianismo te vuelves una pieza de algo», concluyó Castañeda al respecto. «Se habla mucho de los jóvenes, pero con gente como vosotros podemos mirar al futuro con optimismo», había reivindicado al abrir el acto, el director gerente de la Fundación Schola, Luis Ortiz de Langazorta. Este puso palabras al «orgullo» de la sala por los siete premiados «y por su altísima calidad humana». En el acto oficial de esta XIV edición le acompañaron en la mesa la vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de Valladolid, Cristina de la Rosa; la directora de Universidades e Investigación de la Junta, Blanca Ares y el presidente de la Comisión de Relaciones con la Sociedad (Consejo Social de la UVa), Carlos Aganzo. Entre las autoridades de la misma también se contaron la directora general del Instituto de la Juventud de la Junta, Estela López García, y la directora de zona de Valladolid de Caja Laboral, Eva Morón.