La Universidad de León (ULE) dará un salto cualitativo en investigación espacial con la instalación de una infraestructura pionera que permitirá recrear en tierra las condiciones extremas del espacio. Se trata de una cámara de vacío de tamaño medio, equipada con circuitos de control térmico, lámparas de flujo solar y otros medios tecnológicos destinados a simular las condiciones extremas del vuelo espacial alrededor del planeta azul y en el espacio, lo que permitirá realizar ensayos y avanzar en el campo de la investigación, el desarrollo y el testeo de materiales en el sector aeroespacial. Una infraestructura que convertirá a la institución académica leonesa en el único centro de Castilla y León capaz de realizar pruebas y certificaciones de hardware espacial, consolidando así su actividad formativa e investigadora y posicionándola como un agente clave para impulsar y promover la economía del espacio desde la Comunidad. El proyecto, que verá la luz después de que la Junta, a propuesta de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, haya dado luz verde en el último Consejo de Gobierno, a la concesión de una subvención de 500.000 euros destinada a financiar la denominada Infraestructura de Ensayos Espaciales. Esta instalación supone un «impulso decisivo» para la investigación y el desarrollo de tecnología espacial de la Universidad de León que representa «una capacidad de ensayo clave», según señala Jesús Gonzalo de Grado, director del grupo de Ingeniería Aeroespacial de la ULE, dado que «el espacio es un entorno de trabajo nada amigable para los satélites, debido a la ausencia de aire, la intensa radiación solar y las temperaturas extremas del espacio profundo». El catedrático en Aeroespacial explica que estos factores generan contrastes térmicos muy severos, a lo que se suma el elevado coste de lanzar cualquier dispositivo al espacio, «en torno a 50.000 euros por kilo», lo que obliga a que los equipos estén diseñados con una enorme robustez. «Para asegurarnos de que esa inversión, tanto material como investigadora, es duradera, todos los sistemas espaciales deben someterse en tierra a rigurosas pruebas que reproduzcan las condiciones que encontrarán allá arriba», señala De grado. En este proceso, la cámara de vacío térmico es un equipamiento esencial, pues permite «calentar y enfriar de forma cíclica los satélites o sus componentes, sin aire que pueda refrigerarlos, mientras se monitoriza su estado». De ahí que la nueva infraestructura permitirá que investigadores, estudiantes y empresas tengan acceso directo a estos ensayos, abriendo la puerta a «construir ingenios que mejoren nuestra vida desde el espacio» y reforzando la participación del grupo de investigación de la ULE en grandes proyectos nacionales e internacionales. La puesta en marcha de esta infraestructura de pruebas es estratégica para Castilla y León, ya que actualmente ningún centro en la Comunidad dispone de esta capacidad de pruebas, lo que limita la competitividad de las empresas y centros de investigación autonómicos, obligándolos a recurrir a servicios externos concentrados en Madrid u otros centros europeos para validar sus equipos y prototipos. Esta nueva posibilidad que se habilita en León permitirá la certificación interna de componentes y plataformas satelitales, reduciendo la dependencia logística y temporal de terceros. La instalación aportará opciones de ensayo para hardware en condiciones análogas al espacio (vacío y rangos térmicos extremos), habilitando programas de I+D en áreas críticas como la propulsión eléctrica, la óptica avanzada o los nuevos materiales. Desde el centro académico leonés también se ha subrayado que la disponibilidad de esta infraestructura tendrá un impacto empresarial inmediato, permitiendo atender la demanda real de compañías implantadas en Castilla y León que requieren ensayos térmicos y de vacío para validar sus productos y cargas útiles. Además, contribuirá de forma decisiva al impulso del sector en la Comunidad, ya que contar con esta capacidad de prueba eliminará barreras de entrada y facilitará que pymes y startups accedan al mercado del 'new space', en pleno crecimiento y valorado globalmente en más de 570.000 millones de euros.