Diciembre llega con su propio calendario de tentaciones: regalos, cenas de empresa, comidas familiares, el amigo invisible y esa lista interminable de detalles.Y es que la realidad es que en estas fechas se compra más y la tarjeta de crédito se convierte en el comodín perfecto: permite estirar el presupuesto, aplazar pagos y resolver compras de última hora.