Ahora sí: la ruptura de Adriana Abascal y Manuel Filiberto de Saboya es definitiva

Fue la pasada semana cuando el mundo de la crónica social amaneció convulsionado por el anuncio de Adriana Abascal en sus redes sociales: acababa de romper con el príncipe Manuel Filiberto de Saboya tras un año de relación. Sin embargo, casi inmediatamente se desdijo y se comentó que todo estaba en un punto muerto a la espera de ver si había alguna solución. Pero parece que no y ahora, según ha asegurado la revista '¡Hola!', la decisión es definitiva: ya no son pareja . El comienzo del fin se produjo el 11 de diciembre, cuando Adriana Abascal sorprendía al universo del corazón al proclamar en un story de Instagram que su relación con el príncipe Manuel Filiberto de Saboya , nieto del último Rey de Italia y jefe de la Casa de Saboya, estaba rota. Junto al mensaje aparecía una imagen de abril en la que los dos aparecían mirándose a los ojos . Una fotografía confusa, más propia de enamorados que de desenamorados. Pero era un mensaje escrito «con el corazón encogido», como ella misma decía. Y contaba: « Nuestro viaje juntos ha llegado a su fin . Los próximos capítulos permanecen sin escribir, sostenidos suavemente entre lo que fue y lo que puede venir». Lo que ocurrió después fue toda una ceremonia de la confusión . Poco después del melancólico mensaje de ruptura, Adriana Abascal borraba todo y comenzaba el misterio. '¡Hola!' indagaba al respecto y publicaba de fuentes próximas a los dos: «La pareja atraviesa una crisis que no siente como una ruptura definitiva, más bien, un momento de reflexión ». Nada se supo en los días siguientes y el misterio continuaba. Hasta ahora, cuando ‹¡Hola!› ha avanzado el resultado de sus nuevas pesquisas para asegurar que «la ruptura es definitiva». Y ha añadido su conjetura sobre lo ocurrido tras el borrado del mensaje inicial de la modelo: «Nos lleva a pensar que el mensaje desapareció no porque se arrepintiera, sino porque alguien le pidió que lo eliminara». «En cuanto al motivo que les ha llevado a tomar caminos diferentes, esta es la conclusión: Manuel Filiberto sigue sin pedir el divorcio y Adriana no quiere tener una relación con un hombre casado. Oficialmente, es el marido de la actriz francesa Clotilde Courau , madre de sus hijas, Victoria y Luisa (que estudia en España), y no hay indicios de que esto vaya a cambiar. De hecho, al inicio de su noviazgo, se desataron rumores de infidelidad , ya que no había hecho público que llevaban separados desde 2021», ha sido el preciso resumen de la revista. '¡Hola!' ha consultado con una amiga de Adriana Abascal y le ha concretado lo siguiente: «La situación (Manuel Filiberto en una relación extramatrimonial) no concuerda con los valores de Adriana ». La misma fuente ha añadido: «Pensaba que al llevar tantos años separado se iba a divorciar, pero no fue así y, después de doce meses juntos, no quiere ser la amante ni prestarse a cometer adulterio ». Según este testimonio, Adriana Abascal «es una mujer que va a la iglesia, que comulga, que no se pierde una Misa de Gallo y viaja con un altar en la maleta, al igual que los toreros». Y ha añadido: « Para una persona tan creyente, no ha debido ser fácil haber vivido esta situación . Es cierto que ha estado casada con Juan Villalonga, padre de sus tres hijos, y el empresario francés Emmanuel Schreder, que venían de otros matrimonios, pero con ellos fue la novia y después la mujer». Cabe recordar que Adriana Abascal viene de una familia de tradición muy católica . «Su abuelo Ramón Abascal Rente —nació en Asturias y llegó a México con 16 años— construyó la mayoría de las iglesias y colegios católicos en Veracruz y tuvo nueve hijos. Tenían capilla en casa, iban a misa a diario y para todos ellos la vida giraba alrededor de la iglesia. También para Adriana, que fue educada por su familia en la misma fe y con los mismos valores », ha completado la citada revista. Así pues, y salvo nuevo giro inesperado de los acontecimientos, Adriana Abascal y el príncipe Manuel Filiberto de Saboya ya no son pareja y el resumen es el siguiente: la modelo no ve futuro a una relación con un hombre que se resiste a firmar el divorcio con su antigua mujer. «Estaban muy enamorados, tenían planes de vida, incluso estaban ilusionados con la compra de una casa en México y celebrar juntos su primera Navidad, pero por encima de todo están los principios de Adriana », ha finalizado ‹¡Hola!›.