Desde octubre pasado, cuando se cerró un carril de la carretera PO-308 en A Barca por las obras de reforma de ese vial, los vecinos de A Caeira viven un calvario por el constante paso de vehículos, muchos de ellos pesados, por el barrio. Sus calles se habilitaron como desvío del tráfico durante los meses de corte de la carretera, pero la situación se ha convertido en insostenible, según denuncian los afectados, que han reunido más de un centenar de firmas, entregadas este miércoles en el Concello.