Nada permite concluir que el virus salió de un laboratorio. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa , ha dado explicaciones hoy en el Parlament sobre el brote de peste porcina africana (PPA) detectado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) el 28 de noviembre, con varias investigaciones en curso para determinar el origen del brote. Al respecto, el presidente ha asegurado que con la información de que se dispone ahora, la teoría de la fuga del laboratorio no se puede sostener, tratando en este sentido de sacar del foco las instalaciones del IRTA-CReSA que investiga con muestras vivas de PPA y en las inmediaciones del cual, a un centenar de metros, se hallaron los dos primeros jabalíes infectados. «Hoy nada permite concluir que el virus provenga de las instalaciones de los laboratorios o centros que trabajan con este virus. A fecha de hoy, ésta es la información de la que disponemos», ha apuntado Illa, que ha recordado que la cepa de Cerdanyola , la número 29, «no corresponde a ninguno de los virus detectados, secuenciados y a disposición en los distintos bancos de datos que hay al respecto». Estas consideraciones de Illa matizan la posición expresada por el Ministerio de Agricultura, que tras un primer análisis genético de la cepa señaló que la misma corresponde a «un virus similar al que circuló en Georgia» en 2007, que se usa en laboratorios de investigación como el IRTA, lo que «no excluye, por tanto, que su origen pueda estar en una instalación de confinamiento biológico». Es esta posición la que llevó en su momento a que se restase credibilidad a la »teoría del bocata«, que apuntaba que el origen del brote podría ser resto de comida traída desde Europa a través del corredor de la AP7. Hay ahora cinco investigaciones en paralelo, con un comité auditor específico para analizar el IRTA y otros cuatro laboratorios, sin que se conozcan aún sus conclusiones, motivo por el que Illa ha pedido prudencia a la hora se plantear hipótesis que puedan cuestionar la profesionalidad del citado laboratorio, que, asegura, ha actuado siguiendo los protocolos y tiene unas instalaciones adecuadas. Además del comité auditor sobre el Irta-CReSA, hay otra investigación del Institut de Recerca Biomèdica, otra del Ministerio de Agricultura, otra de las autoridades europeas y otra de Mossos d'Esquadra y Guardia Civil. Por otra parte, y algo más de tres semanas después de detectarse el brote de peste porcina africana (PPA) en Cerdanyola, el dispositivo de control desplegado sobre el terreno comenzará a capturar jabalíes de manera activa a partir del próximo lunes. La decisión, atendiendo las recomendaciones de las autoridades comunitarias, se produce después de tres semanas en las que la prioridad ha sido la de la contención, el rastreo y la búsqueda de ejemplares muertos. Así lo ha anunciado esta mañana el presidente de la Generalitat en el Parlament, donde ha explicado que se mantiene la cifra de 26 jabalíes positivos sobre un total de 284 analizados . Todos los animales infectados estaban dentro del perímetro de infección de seis kilómetros de radio desde el punto en el que se hallaron los primeros ejemplares. En este sentido, Illa ha confirmado que la estrategia pasa ahora por reducir la densidad de jabalíes en la zona más amplia de 20 kilómetros de radio de vigilancia, donde podría haber unos 15.000 ejemplares , según informaron fuentes conocedoras a ABC, y que la captura se hará mediante técnicas, como jaulas, que no contribuyan a que algún ejemplar pueda escapar más allá del citado perímetro. Se trata de una zona amplia, que incluye las zonas boscosas de Collserola, Sant Llorenç del Munt i l'Obac, Serralada de Marina, Parc Fluvial del Besòs, Serralada Litoral y Sant Miquel del Fai. El propósito pasa por, una vez dentro del radio de seis kilómetros los jabalíes acaben infectándose y muriendo, reducir la densidad de ejemplares dentro de la zona más amplia, en un dispositivo integrado por Agentes Forestales, UME y Seprona . En este contexto, Illa ha vuelto a insistir en que en el conjunto de Cataluña hay un exceso de jabalíes -se estima que hay unos 125.000- que ahora se pretende reducir a la mitad, motivo por el que, por ejemplo, se han creado 30 nuevas plazas para agentes de control cinegético.