La salida de Eder Maestre abre una crisis profunda en el Costa Adeje Tenerife. El técnico, harto de las injerencias, presentó la dimisión el pasado lunes y emitió este martes un comunicado contundente y esclarecedor: “ Es ley de fútbol que existan desavenencias deportivas aquí o allá, pero la situación había empezado a lastimarme en lo personal”. Los dedos acusadores apuntan a Sergio Batista, al que los más próximos ya dan “por perdido en este tipo de cuestiones”. Saben que no le van a convencer. Desde dentro se habla de un “choque generacional”. Y la nula capacidad del presidente para dialogar sin querer influir en las decisiones del entrenador, además de que el fútbol “ahora va por otro lado”. La plantilla blanquiazul ha salido en masa a respaldar a Eder Maestre. “Ha dejado huella, se va una gran persona y un gran profesional...”. Cada intervención, incluso de aquellas que contaron con menos minutos, es de agradecimiento. Algunas cuentan, con estupor, que más de una discusión se ha producido en momentos y lugares inapropiados. Hace semanas, el técnico llegó a dejar de comparecer en una rueda de prensa tras un partido en el Heliodoro. El tropiezo contra el Dux Logroño del pasado domingo supuso el punto y final. “A veces en la vida toca tomar decisiones complicadas y ésta, sin duda, ha sido una de las más difíciles que yo recuerdo. Quien me conoce bien sabe los valores sobre los que he edificado mi vida y antes que profesional, soy persona. Una persona que siente y padece”, escribe Maestre en una despedida repleta de agradecimientos. “Me voy con la conciencia tranquila”, asegura. Sin entrevistas para evitar que la polémica siga creciendo, pero sin esconder su malestar. Por ahora, Adrián Albéniz y Antonio González se hacen cargo del equipo para afrontar la eliminatoria de Copa de la Reina de este fin de semana contra el Sevilla. Se aceleran, eso sí, las gestiones para encontrar un nuevo inquilino para el banquillo. Será de fuera. No quieren experimentos en el club, aunque la decisión final la volverá a tomar Sergio Batista. Ni su mano derecha, Julio Luis Pérez, ni el directivo más activo de los últimos tiempos, Sandro Arrufat. Ambos, por cierto, callan. En el club se ha impuesto una ley del silencio que también afecta al director deportivo Jordi Torres. ¿En qué lugar queda? La intención es “poner el foco en el sábado”, dada la trascendencia del encuentro copero para el Costa Adeje. Pero las llamas del incendio no se reducen mirando hacia otro lado. Por lo pronto, en el CD Tenerife no entienden esta situación y consideran que daña al escudo que la salida de Eder Maestre se haya producido de esta forma y que no haya explicación alguna desde la estructura del Femenino. No es la única cuestión que inquieta en las oficinas que comanda Felipe Miñambres. Hasta la cena navideña ha generado discusión. El Costa Adeje se dejó atrás a los equipos Junior, Infantil y Alevín. Alegan cuestiones de aforo en el restaurante elegido. Rayco García lo ha arreglado dividiendo su invitación entre miércoles y jueves para incluir a todos los equipos, incluyendo estos tres femeninos y a los empleados. La alianza del fútbol femenino no corre peligro, pero hay detalles que preocupan. En el Tenerife han tomado nota del descontento de los padres del equipo C después de un polémico duelo contra el Geneto, así como del despido de una trabajadora en noviembre y que llevaba sin funciones desde el verano, entre otras cuestiones.