La Mezquita-Catedral de Córdoba seguirá los pasos de la catedral de Notre Dame de París , la basílica de San Marcos, en Venecia, o la catedral de San Patricio, en Nueva York, al incorporar, como se ha venido contando, un innovador sistema anti-incendios por agua nebulizada, como ya adelantó ABC este verano. Las obras para adaptar las tuberías necesarias empezarán en breve y se extenderán durante más de tres meses. El plan de instalación irá por fases. En la primera se protegerá la cubierta del cimborrio, los brazos del crucero, el presbiterio y el coro , para ir extendiéndose más tarde al resto de naves del edificio. Es la zona más elevada en la cubierta vista desde una panorámica aérea. El modo de funcionamiento se basa en dos sistemas relacionados. Por una parte, la detección temprana mediante un doble procedimiento en el que se combinan las cámaras termográficas y tecnología de fibra óptica . Por otro en la extinción propiamente dicha. La medida se incluye en el plan de autoprotección del monumento y, como ha indicado el deán-presidente del Cabildo Catedral, Joaquín Alberto Nieva, «esta actuación fue aprobada el 21 de febrero de este año, es decir, en una fecha anterior al incendio sucedido el 8 de agosto», en referencia al aparatoso suceso del pasado verano. Cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros sufragados por el ente eclesiástico. Para la detección temprana se instalarán cámaras termográficas por un lado y fibra óptica por otro. Las primeras tienen la misión de percibir mínimas variaciones térmicas previas a la combustión en tiempo real. La segunda está destinada al mismo propósito pero en áreas más complejas, como pueden ser las cúpulas y distintos entramados de madera (la zona elegida es la que más material de este tipo acumula). Ambas están enfocadas a dar la señal de alarma incluso antes de que empiece el fuego. A continuación están los nebulizadores, con boquillas de diverso tipo. « Cada gota de un rociador se divide en 1700 pequeñas gotas de 50 micras de tamaño que atacan la base del incendio», ha explicado el director general de la empresa Marioff, Alfonso Pomeda. «El agua pasa de estado líquido a estado gaseoso y atacamos lo que se conoce como triángulo del fuego para ayudar a los bomberos». Pero antes de que esto suceda, el sistema tendrá que adaptarse a la estructura hidráulica de la ciudad, para lo cual hay que realizar dos conexiones desde las puertas de Caño Gordo y Santa Catalina hacia una cámara ya existente situada en el Patio de los Naranjos. «Estas conducciones que se van a abrir son superficiales y desde la cámara se impulsará el agua hacia dos lugares de subida, una situada en la Puerta de los Deanes y otra en Santa Catalina» ha detallado el arquitecto conservador de la Mezquita-Catedral, Gabriel Ruiz , quien reconoce que el principal reto en este primer momento es instalar las tuberías con el mínimo impacto visual.