La campaña de la oliva en el interior de Castellón ha finalizado con sensaciones más positivas que la anterior. La empresa agroalimentaria Olis Cuquello, de La Jana, celebra volver a tener producción después de un año en el que la sequía les dejó a cero. Aunque la cantidad es todavía reducida, en torno a un 35% de un año normal, la calidad se presenta como excepcional. Àlex Vilanova, uno de sus socios, explica que los árboles todavía vienen muy castigados por la sequía de hace dos años y una fuerte granizada. A pesar de ello, se muestra optimista: "Creo que será una gran campaña de Navidad la que vamos a tener", afirma Vilanova tras la buena acogida que han tenido los nuevos aceites desde su lanzamiento. Esta noticia supone un alivio tras un 2024 en el que no pudieron producir "ni aceite para casa". El parón de la campaña anterior no detuvo el proyecto. Al contrario, Olis Cuquello aprovechó para "renovarnos un poco", enfocándose en su estrategia digital y, sobre todo, iniciando un proyecto para la recuperación de fincas abandonadas, en especial algunas con olivos monumentales. Se trata de una labor a largo plazo. Como señala Vilanova, un olivo abandonado empieza a recuperarse "a partir del tercer año", pero no es hasta los cinco o seis años cuando comienza a tener una producción más regular y considerable. Los nuevos aceites de la campaña 2025 ya están a la venta en su tienda online desde el 1 de diciembre. Entre sus monovarietales destaca el que da nombre a la empresa: la variedad Cuquello, un tipo de aceituna local de La Jana con una característica muy particular. "El aceite de la variedad Cuquello no tiene los matices amargos y picantes" propios de los aceites de cosecha temprana, explica el productor. Esto le confiere un sabor muy dulce que lo hace único. "De hecho, tengo una amiga cocinera que lo utiliza para postres con chocolate", añade Vilanova para destacar su versatilidad. Además de sus aceites, la empresa ofrece un producto solidario cuyas ventas benefician a la ONG CEAR y que incluye una visita a los olivos monumentales. Vilanova concluye con un llamamiento: "Es importante que se consuman los productos que tenemos más cerca" para ayudar a mantener el paisaje y la economía local.